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Pobladores, preocupados por estrés hídrico no visto en 27 años

20 Jun 2023
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Pobladores, preocupados por estrés hídrico no visto en 27 años Imagen tomada de: https://twitter.com/conagua_mx
  • Las presas del Estado de México y Michoacán viven un estrés hídrico que afecta a las presas y a los pobladores

En plena temporada de lluvias, las presas Miguel Alemán, en Valle de Bravo, la de Villa Victoria y la de El Bosque, en Michoacán, registran un estrés hídrico no visto desde hace 27 años, pero estos bajos niveles de almacenamiento se han registrado desde que apareció la pandemia de COVID-19, es decir en 2020, coinciden lugareños de Villa Victoria y Valle de Bravo.

 

Registros de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) indican que el almacenamiento de los tres cuerpos de agua ronda los 272.89 millones de metros cúbicos, lo que representa el 34.9 por ciento de su capacidad.

 

En recientes días la presa de Villa Victoria, ubicada en la región mazahua del Estado de México, era la más “castigada” por las lluvias, pues solo tenía 39.96 millones de metros cúbicos de agua, lo que representaba apenas el 21.5 por ciento de su llenado total.

 

Le seguía la de El Bosque, en Michoacán, con 72.28 millones de metros cúbicos de agua, lo que significaba un llenado de 35.7 por ciento; y la Miguel Alemán contenía 160.65 millones de metros cúbicos de agua, lo que daba un 40.7 por ciento de su llenado global.

 

Avionetas dispersan nubes en la presa, y ya no llueve

Al ser visitada por El Financiero la presa de Villa Victoria, los señores Raymundo Domínguez y Álvaro Solís, acusaron que sobre este cuerpo de agua pasan por el día dos avionetas y dispersan las pocas nubes que se forman, por lo que ya no llueve o cae poca lluvia en las noches.

 

El primer comunero, quien lavaba ropa a orillas del cuerpo de agua, sostuvo que las lluvias ya “se tardaron porque en otros años ya estaba lloviendo en este mes, nos preocupa porque todos los que nos dedicamos a cultivar el maicito se está secando, siembro poco, pero sí siembro, ahorita el maicito está marchitado por la lluvia que no ha caído. Hasta un mes aguantaría el maíz, pero si no llueve en un mes se va a perder”.

 

Es de recordar que entre los meses de marzo, abril y mayo pasados, el Gobierno de México proyectó en las inmediaciones de cada cuerpo de agua para hacer bombardeo de nubes con yoduro de plata sobre enfriada para que lloviera y esto recargara las presas, sin embargo, el poblador afirma que durante el día pasa una avioneta que “riega un líquido, has de cuenta, ahorita que quiere llover y nomás pasan dos aviones a darle vuelta a las nubes y se desaparecen las nubes, en tiempo de lluvias los aviones andan arriba, sí llueve pero nomas de noche porque en el día cuando pasan los aviones no llueve”.

 

Álvaro Solís puntualizó que les preocupan los bajos niveles de agua de la presa, porque muchos comuneros dependen de esta, ya sea porque pescan o acarrean agua para el ganado.

“Las lluvias desde hace tres años han sido muy pocas, muy pocas, no ha habido lluvia como tal, esas avionetas que andan, se va a dar cuenta y nada más aparecen las nubes y andan esas avionetas, pero quitan, a que se pierdan las nubes de nuevo, no quiere llover, son esas avionetas, son dos nada más las que andan, nosotros hemos estado chocando y sí nos preocupa demasiado porque con esta presa nos mantenemos todos los de alrededor”, indicó el poblador.

 

Con información de: El Financiero

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El apunte del director

  • Octubre, 2025 

    Fundada preocupación existe en Palacio Nacional ante las señales ominosas que están ocurriendo en la capital del país por la violencia que ocurre en el bachillerato, en particular en los CCH y Preparatorias y por supuesto en el nivel superior de la UNAM, además de que el IPN vive en su dinámica social muy particular un caldo de cultivo para generar violencia.

    Las llamadas anónimas sobre la existencia de artefactos explosivos en diversos campus de la Casa Magna de Estudios y los grupos violentos que mancharon la marcha conmemorativa del 2 de octubre, ante la pasividad y complacencia de Clara Brugada, Jefa de Gobierno de la CMDX, son alertas que  vislumbran la gestación de una eventual estrategia de desestabilización con miras al mundial de futbol a celebrarse el próximo año en tres países, México, Estados Unidos y Canadá, en donde la inauguración será en la Ciudad de México, además de la celebración de otros cuatro partidos de ese deporte.

    El gobierno de la presidenta Sheinbaum no solo debe estar preocupada y ocupada ante la incapacidad de Clara Brugada por gobernar la metrópoli, sino, por esos atisbos de violencia que se dejan ver en varios campus universitarios y de bachillerato que parecieran ser hechos aislados, pero que en realidad son actos   articulados por alguien que actúa bajo la consigna del terrorismo para la desestabilización social.

    Las áreas de inteligencia del gobierno deben tener en estos momentos información  suficiente sobre la mano que mece la cuna en torno a estos últimos sucesos que han ocurrido en la capital del país, como por ejemplo, la infiltración del bloque negro en la manifestación que ocurrió el martes en apoyo a Palestina, en donde pretendían replicar la violencia del 2 de octubre, sin embargo, la policía capitalina los puso en orden y ello no significó que el gobierno fuera represivo, sino tan solo garante de la seguridad y el respeto al estado de derecho.

    El gobierno federal como el de la capital, deben estar muy atentos para medir el pulso social que prevalece entre los mexicanos, por lo que la presidenta Sheinbaum debe evitar seguir incendiando la pradera con discursos de odio que fomentan la polarización entre los mexicanos.

    Más allá de las expresiones psicológicas y de exclusión que permean en la juventud que da pie a manifestaciones sociales de pertenencia a determinado grupo con rasgos de personalidad muy parecidos como los “Incels”, diremos que las autoridades de la UNAM y del gobierno capitalino enfrentan altos  niveles de violencia entre los estudiantes   que de no atenderse con prontitud y atingencia, podría ser justo el caldo de cultivo para escalar el conflicto a niveles insospechados y que se tienen muy presente con el movimiento del 1968.

    Como mera especulación surge la interrogante, ¿quién podría estar interesado en desestabilizar a México? y cuya respuesta en automático podría ser el mismo crimen organizado, quien, afectado en sus intereses, aplica una contra ofensiva contra la estrategia de seguridad de la presidenta Sheinbaum y operada por Omar García Garfuch.

    Mientras no se deslinden responsabilidades y se esclarezca el móvil y los autores intelectuales de los asesinatos de los dos colaborados más cercanos de Clara Brugada, se tejen todo tipo de especulaciones.

    Las autoridades universitarias y capitalinas están rebasadas ante el fenómeno de la violencia, por lo que deben aplicarse para atender esta problemática que ya causó pérdidas humanas y que, de seguir así, estaríamos lamentando otras tantas.

    La niñez y la Juventud está expuestas ante toda clase de peligros y más ahora con la irrupción de drogas sintéticas muy adictivas y a la mano de todos y si a ello le agregamos el ambiente violento que se vive en la calle y en las escuelas, además de la presencia del crimen organizado y otros grupos de enorme poder económico que los acechan, pues en menudo lio está el país.    

    El gobierno capitalino enfrenta un problema de autoridad ante los actos violentos registrados en marchas y manifestaciones, al tiempo de que se normalizan las agresiones contra la policía.

    Los hechos violentos ocurridos en la Ciudad de México han puesto en evidencia la escasa preparación que tuvieron las fuerzas del orden para preservar la seguridad al carecer de órdenes claras de operación, esquemas de maniobra definidos y equipos especializados para extraer a quienes generen violencia durante las protestas.

    Los protocolos de actuación de la policía y de las autoridades capitalinas como Cesar Cravioto, secretario general de gobierno, encueraron la incapacidad para atender la violencia y los actos vandálicos que se dan en este tipo de movilizaciones al amparo y cobijo del cúmulo de participantes.