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Desde los Sótanos de San Lázaro. Salario mínimo y los tiempos políticos al 2018, por José Antonio Robles Pérez.

27 Oct 2017
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Tanto como la COPARMEX y autoridades de la Ciudad de México se aferran al planteamiento sobre la revisión al alza del salario mínimo en nuestro país, aferrándose a un clavo caliente para posicionar un tema que no tiene ningún fundamento jurídico social y mucho menos económico.

El salario mínimo es una determinación política, ética y social, con implicaciones jurídicas para su observancia, es decir el salario mínimo crea condiciones específicas para cumplir con una disposición determinada por la sociedad que regula las relaciones contractuales en materia laboral entre los poseedores de medios de producción y los que por necesidad o decisión individual buscan un empleo, es decir, contextualizar las relaciones del mercado laboral, aunque muchos no reconocen o no quieren reconocer que el trabajo es una mercancía que concurre voluntariamente y con derecho para buscar una retribución económica por la realización de este trabajo.

Así, el salario mínimo puede entenderse como “la suma mínima que deberá pagarse al trabajador por el trabajo o servicios prestados, dentro de un lapso determinado, bajo cualquier forma que sea calculado, por hora o por rendimiento, que no puede ser disminuida ni por acuerdo individual ni colectivo, que está garantizada por ley y puede fijarse para cubrir las necesidades mínimas del trabajador y de su familia, teniendo en consideración las condiciones económicas y sociales de los países”.  (OIT, 1992)

En México los salarios mínimos están regulados por los párrafos VI, VII y VIII del artículo 123 de la Constitución y por el capítulo VI de la Ley Federal del Trabajo, en donde se establece que deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales materiales, sociales y culturales de un jefe de familia y para proveer la educación obligatoria de los hijos. Los salarios mínimos son determinados por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos.

Es decir, la regulación aplica para que, por condiciones de desventaja de los empleados o de los que buscan y que no tienen empleo o los que buscan un mejor empleo, no deban y puedan percibir un salario menor al determinado por la sociedad, ya de ser por el principio económico del mercado, puedan existir condiciones y necesidades que puedan llevar a los factores de la producción a pactar salarios por debajo de estos mínimos.

Nada de esta legislación establece consideraciones o restricciones para poder pactar salarios por encima de ello, por lo que la COPARMEX y las autoridades de la Ciudad de México en los hechos podrían, como ya lo hizo la Ciudad de México al plasmarlo en la presunta Constitución de la Ciudad de México en su artículo 10, Ciudad Productiva, apartado C, numeral 6, refiere que “ Las autoridades de la Ciudad garantizarán a sus trabajadoras y trabajadores un salario remunerador en los términos reconocidos por esta Constitución y que en ningún caso deberá de ser menor al doble del salario mínimo general vigente en el país”, ejemplo que bien podría tomar la COPARMEX y sus más de 36 mil asociados, para establecer que “ningún asociado empresario dentro del sindicato patronal” pagará menos de 98 pesos diarios a sus trabajadores o establecer un porcentaje superior sobre el salario mínimo nacional y seguramente el titular de las Secretaría del Trabajo y de Economía y el Presidente Peña Nieto con gusto, junto con la ciudadanía, aplaudiríamos esta medida y le otorgaríamos un reconocimiento y distintivo de Empresas Socialmente Responsable.

La discusión no está en el por qué de la determinación del salario mínimo, que permite establecer mínimos que permitan garantizar lo que la Constitución establece como derechos, sino que permite que los que no tienen trabajo puedan acceder a uno y los que lo tienen, que puedan acceder a las condiciones mínimas de ingreso y el empleo formal a la seguridad social, que establece nuestro marco normativo y a la permanencia en el mismo, los que permite tener una base mínima para lograr de manera progresiva pero permanente su desarrollo social.

El paradigma sobre el salario estriba en definir ¿cuál es la ruta por la que queremos incidir en lograr mejores condiciones de vida, de ingreso y de bienestar para nuestra población que tiene las menores condiciones de capacidad laboral ?, si es a través del incremento nominal o el real del salario.

Un ejemplo que nos puede contextualizar sobre esta paradoja la da el Presidente “dictador” de Venezuela, que por decreto incrementó en más del 60% el salario mínimo, en donde sabemos por experiencia, que después de esta medida arbitraria, pero socialmente temporalmente aplaudida, va a llevar a una escalada de incremento de los precios, situación que ya vivimos en nuestro país, en donde la menor flexibilidad para modificar el salario tiene una enorme desventaja frente a la flexibilidad para el incremento de los precios, tirando de manera sistemática el incremento nominal de los salarios.

Sin duda la lucha la debemos de dar del lado del fortalecimiento del salario real o la capacidad de compra de nuestros salarios y por lo mismo, la lucha frontal contra las razones y factores que generan inflación no estructural, es decir, luchar contra la falta de competencia en los mercados que producen los bienes y servicios considerados en la canasta básica alimentaria y la no alimentaria y cuidar que este incremento de la competencia no se traslada automáticamente a los precios y en ello el sindicato patronal de la COPARMEX nos pueden ayudar muchísimo.

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El apunte del director

  • JUNIO 2025

    Los resultados de la jornada electoral judicial puso en su verdadera dimensión el poder de convocatoria del oficialismo ante los electores que fueron, en el mejor de los casos, indiferentes a la reiterada  convocatoria de la presidenta Sheinbaum y de las voces del morenismo y no solo eso, se observó que con todo el aparato gubernamental de los tres niveles de gobierno,  no fue suficiente para lograr una votación aceptable en el rango del 20% del padrón electoral, al contrario, tan solo fue  la base del voto duro de la 4T que oscila alrededor de los 10 millones, los que acudieron, muchos de ellos acarreados, a las urnas. Ni siquiera todos los beneficiarios de los programas sociales atendieron el llamado.

    En una elección de Estado, en donde no se escatiman los recursos del poder y del billete, no pudieron mostrar ese músculo que tanto presume en las mañaneras la Jefa del Ejecutivo Federal, quien lleva varios días justificando lo indefendible y matizando la derrota en las urnas.

    Con el voto de unos cuantos, el resultado hubiera sido el mismo, es decir, una lista de juzgadores que fueron previamente aprobados desde Palacio Nacional, sobre todo en la composición de la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación, del Tribunal de Disciplina Judicial y del Tribunal Electoral, en lo demás, se mantuvo cierto control sobre los circuitos en donde se toman las decisiones de peso en diversas materias, que van desde lo penal, administrativo, hasta campos especializados como las telecomunicaciones.

    El fracaso de la elección judicial solo sorprendió al oficialismo, porque para los demás estaba cantado que el abstencionismo sería en niveles inéditos del 90%, además de que, se comprobó una vez más que, la ciudadanía no es tonta y no porque se repita una media verdad un millón de veces deje de ser mentira, o más aún, de que se crea el cuento chino del México mágico y maravilloso que se pinta en la versión de la presidenta.

    87 millones de ciudadanos no sufragaron y 22 de los 35 millones que votaron por Sheinbaum en 2024, tampoco acudieron a la cita con las urnas.

    La noche de los cuchillos largos, esa en la que se llaman a cuentas a los culpables del desastre ha empezado llamar al paredón a esos gobernadores de Morena que no cumplieron con sus cuotas de votantes como fue el caso de los gobernadores, de Sonora, Baja California, Colima, Estado de México, Veracruz y Puebla, por citar algunos mandatarios. Así que Alfonso Durazo, Marina del Pilar Ávila, Indira Vizcaíno, entre otros, se distrajeron con la cancelación de sus visas norteamericanas, en lugar de avocarse a cumplir la indicación presidencial de llevar acarreados a las urnas, sin importar el costo.

    La victoria tiene muchos padres, pero la derrota es huérfana y ese es precisamente el caso dentro del oficialismo ya que la doctora emprende, primero una operación de ajuste de cuentas y luego una operación cicatriz entre sus incondicionales para cerrar filas en torno a su proyecto político.

    Otro de los culpables de la debacle es Andrés Manuel López Beltrán, el famoso Andy, quien se hizo responsable de Durango y Veracruz, con los resultados ya conocidos.

    Sorprende para muchos que el candidato a ministro de la corte, el indigenista, Hugo Aguilar Ortiz, haya rebasado por la izquierda a Yasmín Esquivel y a Lenia Batres, en virtud de que cualquiera de las dos ya se sentían presidentas del máximo tribunal, sin embargo, alguien operó para desplazarlas, lo que significa que será hasta la última parte del sexenio cuando alguna de las dos puedan comandar a la Suprema Corte, aunque si bien es cierto que a  Lenia le correspondería ser la siguiente ministra presidenta, por la votación alcanzada, lo cierto es que. alguien dentro del oficialismo y que despacha como director general del ISSSTE le jugo las contras a la presidenta para imponer a su carnala.

    Morena cede terreno en Veracruz, pierde en Durango y ello, en la antesala de las elecciones intermedias de 2027, en donde habrá elecciones en 16 entidades para elegir  gobernador, al tiempo de que se renueva la Cámara de Diputados federal y que, como están las cosas;  nadie en su sano juicio se atrevería a pronosticar la victoria del partido oficial, sobre todo porque, sus aliados políticos, PVEM y PT han comenzado el parto de los montes para dejar de mamar de la ubre oficial, para caminar con independencia.

    Así que si alguien pasa por Palacio Nacional y observa que las luces están prendidas en el ala sur, no es porque alguien tiene insomnio, sino porque continúan lamiéndose las heridas de la golpiza propiciada este 1 de junio.