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Desde San Lázaro. Traidores se van a Morena. Por: Alejo Sánchez Cano Destacado

29 May 2024
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Desde San Lázaro. Traidores se van a Morena. Por: Alejo Sánchez Cano Imagen tomada de: https://x.com/Claudiashein

El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) está plagado de traidores que surgieron a la política cobijados por otras franquicias políticas como el PRI y que, en búsqueda de nuevas oportunidades, no tuvieron vergüenza alguna para traicionar a sus correligionarios y amigos tricolores.

Hay de razones a razones para voltearle la espalda al partido político que les dio cobijo y opciones de crecimiento, unas podrían ser más válidas que otras, como las que orillaron, por ejemplo, al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, entre otros, para abandonar las filas tricolores ante la cerrazón del presidente de la República y primer priista, Miguel de la Madrid por abrirles espacios políticos;  y por eso, decidieron abandonar al PRI y fundar un auténtico partido político de izquierda que a la postre se convirtió en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Cárdenas abandonó al Revolucionario Institucional tras considerar que el partido se había alejado de los principios que le dieron origen en la Revolución mexicana y lo mismo argumentaron múltiples políticos de ese partido para buscar cabida en otras opciones políticas y con ellas alcanzar sus aspiraciones personales.

Desde legisladores, gobernadores, hasta  Andrés Manuel López Obrador y Manuel Bartlett, tiraron su playera tricolor que vestían con orgullo, para ponerse, al final del día,  la de Morena y con ello, por arte de magia expiaron sus pecados o sus estelas de corrupción que dejaron a su paso.

Si de la noche a la mañana renuncian al  PRI, PAN, y PRD e incluso MC; para pasarse a Morena, han quedado exonerados de cualquier delito y no solo eso, sino que quedan protegidos por el manto de la impunidad que se extiende desde Palacio Nacional.

Hay algunos priistas que traicionaron a la causa, sin recato alguno, incluso a tal grado de entregar, por ejemplo, una gubernatura, con tal de lograr un hueso en el gobierno,  o canonjías, prebendas e impunidad. Ejemplos, hay muchos, aunque los más notables por el nivel de traición a sus correligionarios, han sido Alfredo del Mazo, ex gobernador priista del Estado de México, Quirino Ordaz, de Sinaloa y más reciente, la candidata de la coalición opositora conformada por el PAN, PRI y PRD, en la  contienda electoral por la gubernatura de la entidad mexiquense y claro estamos hablando de Alejandra del Moral.

De hecho,  si revisamos la lista de gobernadores de Morena, se observa que varios de ellos surgieron del priismo, como David Monreal, Zacatecas; Layda Sansores, Campeche; Miguel Ángel Navarro, Nayarit; Alfonso Durazo, Sonora; Lorena Cuellar, Tlaxcala; Julio Menchaca, Hidalgo y Américo Villarreal, Tamaulipas.  

Estaba claro que Del Mazo y Del Moral no fungieron en realidad como los priistas mexiquenses más relevantes por lo menos en el más reciente proceso electoral, al contrario, entregaron la plaza al presidente López Obrador, a Delfina Gómez y por supuesto a Claudia Sheinbaum.

Fueron millones de mexiquenses identificados con los colores tricolores que fueron traicionados por Alfredo del Mazo y Alejandra del Moral y que, a la postre, resultó un total petardo que simuló participar con todo su ahínco, lealtad y compromiso a la causa priista, pero que en realidad son unos traidores por antonomasia.

Escribió para la posteridad, el célebre escritor italiano Dante Alighieri, en la Divina Comedia, que el pecado más atroz y por ello se condenaba al peor de los infiernos, el noveno círculo del averno, a los traidores, porque actuaban con toda alevosía y premeditación, ya que primero, tenían que ganarse la confianza de los amigos, para luego apuñalarlos por la espalda.

Concuerdo con aquellos que renunciaron al PRI por culpa de Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI, pero de eso a cambiar de partido político, hay un mundo de diferencia, sobre todo cuando  representaron a ese partido para un cargo de representación popular y que, luego, se vendieron a sus adversarios.

Me pregunto, qué puede aportar, verbigracia Alejandra del Moral a la causa de Claudia Sheinbaum, cuando los priistas leales, la aborrecen por traicionera; pues realmente muy poco, porque arrastra el menosprecio y el desdén de sus coterráneos.

 Judas el mayor traidor, según Dante, fue condenado al peor de los círculos del infierno, en donde creó una región situada en el mismo  y que denominó Judeca, pues bien, los mexiquenses han colocado a Alejandra del Moral en ese mismo sitio especial en donde la acompaña Alfredo del Mazo Maza.

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El apunte del director

  • MAYO 2025

    A días de la elección de jueces, magistrados y ministros, el engrudo no solo se le hizo bolas a la 4T, sino que ya se cuajó con el desastre que ha implicado todo el proceso de selección de los aspirantes que ha encontrado su epítome de la ineptitud con la filtración de ciertos personajes de mala reputación que, incluso, están vinculados con criminales, tal como lo denunció el presidente de la Mesa Directiva del Senado, el  morenista Gerardo Fernández Noroña, quien reconoció que hubo fallas en los filtros para elegir a los candidatos al Poder Judicial en donde  se incluyeron “perfiles ligados con el narco o con personajes que defendieron públicamente a Naasón Joaquín García, líder de la Luz del Mundo”.

    Lo denunciado por Noroña tan solo es la punta del iceberg que oculta a licenciados que son promovidos por grupos empresariales, religiosos, partidistas, sindicales y por supuesto del crimen organizado y que, por lo tanto, cuentan, con el respaldo económico y de movilización para ganar la elección en los Circuitos y juzgados en donde fueron promovidos

    Así que “el sistema judicial más democrático del mundo” estará conformado en su mayoría, por juzgadores que resolverán los casos que lleguen a sus manos por consigna y no por un estricto apego al orden Constitucional.

    En este contexto, se alista en los estados y municipios gobernados por el oficialismo a cumplir con sus cuotas de votantes para el día de la elección, es decir, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, Morena y sus aliados políticos, aceitan la maquinaria desde ahora para llevar el mayor número de acarreados el próximo 1 de junio a su cita con la elección más truculenta que haya organizado el INE.

    No obstante que está expresamente prohibido que los partidos políticos intervengan en el proceso de elección de los juzgadores, el gobierno está echando toda la carne al asador sin escatimar recursos públicos para “convencer” a los ciudadanos a acudir a votar.

    Sin ese acarreo del gobierno federal, la elección sería un total fracaso en cuanto a la abstención, sin embargo, con la puesta en marcha de la maquinaria electoral de la 4T se garantiza que acudan a votar entre un 15% y 20 por ciento del padrón electoral, lo que, para efectos del discurso oficial, sería un éxito, aunque sería una de las elecciones con mayor abstención, incluso por arriba de la revocación de mandato de AMLO.

    Como se sabe, los ciudadanos no contarán los votos emitidos en las casillas electorales, sino que, la boletas se concentrarán para que, sean los propios funcionarios del INE quienes realicen el cómputo para determinar a los candidatos ganadores a convertirse en ministros, magistrados y jueces, por supuesto, la mayor parte de ellos alineados a los designios del principal huésped de Palacio Nacional.

    Si consideramos que las arcas del gobierno federal, estatal y municipal están muy acotados en su manejo presupuestal por la escasez de presupuesto, con los gastos extraordinarios que representa la elección judicial, pues  muchas instancias de gobierno están imposibilitados a cumplir con las cuotas asignadas y por lo tanto, ante la negativa de conseguir los recursos necesarios que se requiere para el acarreo, seguramente no se alcanzarán las metas fijadas en cuanto al número de votantes que participen en la jornada electoral.

    El primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum presenta indicios de una recesión económica presidida, ya, de un estancamiento económico que inhibe la generación de empleos y por supuesto de desarrollo económico que incide en la captación tributaria, que es la principal fuente de ingresos que tiene el gobierno para solventar sus gastos.

    En este contexto se les ocurrió la genial idea de reformar el Poder Judicial que no solo acabó con la confianza de los inversionistas en México, sino que le metió más carga fiscal a las atribuladas finanzas públicas.

    Este es el escenario en el cual se va a llevar la farsa de la elección judicial que, en términos de gobernabilidad no aporta nada y en cambio, trastoca todo el sistema judicial a mover toda la estructura del Poder Judicial con la incrustación de jueces de pacotilla a modo del régimen que, en la mayoría de los casos, carecen de la experiencia necesaria para dictaminar con pleno apego a la Constitución.

    Y todavía falta, además de la jornada electoral, observar cómo opera en el día a día, con miles de casos judiciales, el nuevo Poder Judicial con una Suprema Corte de Justicia de la Nación con clara proclividad a la 4T y ciertos magistrados y jueces coludidos con criminales.

    En medio de la salvaje presión ejercida por Donald Trump sobre el gobierno de la presidenta, se mantiene el capricho de llevar a cabo la elección judicial que en el fondo permite consolidar un régimen autoritario alineado a otras dictaduras de la región como Cuba y Venezuela.