Contáctanos: 5546 8746
Síguenos en:
Fecha:

Desde San Lázaro. Obnubilada por el poder. Por: Alejo Sánchez Cano Destacado

13 Ago 2018
228 veces

Pocas personas en México son claramente identificadas sólo por su profesión, quizás sólo sean “El ingeniero” Cárdenas y “La maestra” Elba Esther Gordillo.

La maestra Gordillo es, sin duda, uno de los personajes de la política mexicana que más influencia ha tenido durante los últimos treinta años. Desde sus inicios en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en la década de los setenta, su carrera fue en ascenso, llegando a presidir la organización magisterial más importante de América.

Acumuló poder y respeto gracias al respaldo que brindaba a través de la operación política. Esto fortalecía a la organización sindical en las negociaciones para mejorar las condiciones laborales de los agremiados. Al mismo tiempo, la maestra lograba prestigio en el PRI, llegó a ocupar la Secretaría General de la CNOP, fue diputada federal, senadora y secretaria general del partido.

Pero el poder no está peleado con la ambición, la presunción y los gustos excesivos. También fue difícil librarse de personajes cuestionables en su entorno, como su propio yerno, Fernando González, y Miguel Ángel Yunes, entre otros.

Cuando en el 2000 la permanencia del PRI en el poder se interrumpió, la maestra puso por delante al sindicato; con gran habilidad pactó con los gobiernos panistas y tuvo injerencia en la política educativa. Pero también fue considerada una traidora. La génesis de un partido con arraigo en el magisterio permitió al sindicato ampliar los espacios para posicionar aliados y para defender las causas de la docencia y la educación pública. La maestra jugaba sus cartas bajo nuevas circunstancias políticas, logrando preservar al sindicato, aunque muchos la vieran con recelo.

En febrero de 2013 fue detenida bajo la acusación de lavado de dinero, defraudación fiscal y delincuencia organizada. La revista Forbes la mencionó como una de las diez personas más corruptas de México, junto a Carlos Romero Deschamps, Raúl Salinas y Genaro García Luna. Y pruebas había en abundancia. Luego de cinco años de prisión sin juicio, fue exonerada, causando diversas opiniones, indignación e interrogantes.

La maestra tal vez fue una presa política, no por haber asumido la defensa de su gremio, sino porque era molesta para el sistema, o bien, era más útil al sistema en prisión. Fue un golpe preparado estratégicamente para legitimar al gobierno del presidente Peña, necesitaba colgar una cabeza responsable de todos los males del país.

El sindicato, sin ella, se dedicó a preservar a la organización. Pero esta vez, con la mirada de la sociedad encima, emprendieron transformaciones más profundas que le dieron un rostro diferente: definieron como objetivo principal la defensa de la educación pública y de los derechos de los trabajadores, generaron mecanismos de transparencia en la gestión, profesionalizaron a la dirigencia, se mantuvieron abiertos, colaborativos pero críticos en la implementación de la reforma educativa, cuidando especialmente los aspectos que afectaban los derechos de los trabajadores, elaboraron una agenda con los temas sociales más actuales como salud, cuidado del medio ambiente e inclusión, elaboraron y dieron a conocer el acervo editorial del magisterio, internacionalizaron al sindicato con su ingreso en la Internacional de la Educación y otros espacios internacionales, trabajaron con seriedad el tema de la educación indígena, y crearon el SINADEP para apoyo en la formación de los docentes.

Uno de los escenarios que generan más expectación es la actitud que asumirá la maestra Gordillo frente aquellos que promovieron su encarcelación y a quienes, obligados por las circunstancias, asumieron la dirección de los espacios que fueron su reino: el sindicato y el partido. La ira y la revancha fueron distintivos de su gestión política y se podría esperar que en su regreso se mantengan.

Foto tomada de: político.mx

Valora este artículo
(0 votos)

El apunte del director

  • JUNIO 2025

    Los resultados de la jornada electoral judicial puso en su verdadera dimensión el poder de convocatoria del oficialismo ante los electores que fueron, en el mejor de los casos, indiferentes a la reiterada  convocatoria de la presidenta Sheinbaum y de las voces del morenismo y no solo eso, se observó que con todo el aparato gubernamental de los tres niveles de gobierno,  no fue suficiente para lograr una votación aceptable en el rango del 20% del padrón electoral, al contrario, tan solo fue  la base del voto duro de la 4T que oscila alrededor de los 10 millones, los que acudieron, muchos de ellos acarreados, a las urnas. Ni siquiera todos los beneficiarios de los programas sociales atendieron el llamado.

    En una elección de Estado, en donde no se escatiman los recursos del poder y del billete, no pudieron mostrar ese músculo que tanto presume en las mañaneras la Jefa del Ejecutivo Federal, quien lleva varios días justificando lo indefendible y matizando la derrota en las urnas.

    Con el voto de unos cuantos, el resultado hubiera sido el mismo, es decir, una lista de juzgadores que fueron previamente aprobados desde Palacio Nacional, sobre todo en la composición de la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación, del Tribunal de Disciplina Judicial y del Tribunal Electoral, en lo demás, se mantuvo cierto control sobre los circuitos en donde se toman las decisiones de peso en diversas materias, que van desde lo penal, administrativo, hasta campos especializados como las telecomunicaciones.

    El fracaso de la elección judicial solo sorprendió al oficialismo, porque para los demás estaba cantado que el abstencionismo sería en niveles inéditos del 90%, además de que, se comprobó una vez más que, la ciudadanía no es tonta y no porque se repita una media verdad un millón de veces deje de ser mentira, o más aún, de que se crea el cuento chino del México mágico y maravilloso que se pinta en la versión de la presidenta.

    87 millones de ciudadanos no sufragaron y 22 de los 35 millones que votaron por Sheinbaum en 2024, tampoco acudieron a la cita con las urnas.

    La noche de los cuchillos largos, esa en la que se llaman a cuentas a los culpables del desastre ha empezado llamar al paredón a esos gobernadores de Morena que no cumplieron con sus cuotas de votantes como fue el caso de los gobernadores, de Sonora, Baja California, Colima, Estado de México, Veracruz y Puebla, por citar algunos mandatarios. Así que Alfonso Durazo, Marina del Pilar Ávila, Indira Vizcaíno, entre otros, se distrajeron con la cancelación de sus visas norteamericanas, en lugar de avocarse a cumplir la indicación presidencial de llevar acarreados a las urnas, sin importar el costo.

    La victoria tiene muchos padres, pero la derrota es huérfana y ese es precisamente el caso dentro del oficialismo ya que la doctora emprende, primero una operación de ajuste de cuentas y luego una operación cicatriz entre sus incondicionales para cerrar filas en torno a su proyecto político.

    Otro de los culpables de la debacle es Andrés Manuel López Beltrán, el famoso Andy, quien se hizo responsable de Durango y Veracruz, con los resultados ya conocidos.

    Sorprende para muchos que el candidato a ministro de la corte, el indigenista, Hugo Aguilar Ortiz, haya rebasado por la izquierda a Yasmín Esquivel y a Lenia Batres, en virtud de que cualquiera de las dos ya se sentían presidentas del máximo tribunal, sin embargo, alguien operó para desplazarlas, lo que significa que será hasta la última parte del sexenio cuando alguna de las dos puedan comandar a la Suprema Corte, aunque si bien es cierto que a  Lenia le correspondería ser la siguiente ministra presidenta, por la votación alcanzada, lo cierto es que. alguien dentro del oficialismo y que despacha como director general del ISSSTE le jugo las contras a la presidenta para imponer a su carnala.

    Morena cede terreno en Veracruz, pierde en Durango y ello, en la antesala de las elecciones intermedias de 2027, en donde habrá elecciones en 16 entidades para elegir  gobernador, al tiempo de que se renueva la Cámara de Diputados federal y que, como están las cosas;  nadie en su sano juicio se atrevería a pronosticar la victoria del partido oficial, sobre todo porque, sus aliados políticos, PVEM y PT han comenzado el parto de los montes para dejar de mamar de la ubre oficial, para caminar con independencia.

    Así que si alguien pasa por Palacio Nacional y observa que las luces están prendidas en el ala sur, no es porque alguien tiene insomnio, sino porque continúan lamiéndose las heridas de la golpiza propiciada este 1 de junio.