El sismo y sus efectos siguen sacudiendo las conciencias y manteniendo la oportunidad mediática para posicionar de manera negativa los efectos y la respuesta de las autoridades, tanto federales como estatales, delegacionales o municipales, manteniendo de manera artificial y tendenciosa las imágenes de los daños del día después del desastre, y negando de manera visceral, por decir lo menos, las imágenes de demolición y de la reconstrucción, proceso que tiene un avance muy significativo.
Destacar que la atención de los daños a y reconstrucción la fecha se tienen: el 90% de las tarjetas se han entregado a los damnificados registrados en Oaxaca, 50% en Chiapas, en Morelos inició la entrega del recurso con las tarjetas bancarias la semana pasada y Tlaxcala y Puebla también, a demás, se han demolido y retirado los escombros de 18 mil viviendas y se repararan el 90% de las escuelas con daños menores y se reparan y reconstruyen a partir de este mes las que tuvieron daños mayores, para restablecer las 16 mil escuelas que sufrieron algún daño por el sismo y lograr el regreso a clases del 100 % de los alumnos, con algunos reubicados en algún recinto educativo alterno y no distante de sus domicilios.
En la Ciudad de México a la fecha se han demolido cerca de 10 edificios y se espera que en los próximos meses se logre un avance muy significativo, en donde los problemas legales y políticos se empiezan a sentir más intensos de cara a la disputa de Mancera contra López Obrador y MORENA.
En la Ciudad se identificaron 8 mil edificios con daños, sumados a los 38 edificios que derrumbó el sismo y se plantea derrumbar entre 150 y 200 edificios más en los próximos seis meses, esta semana se tiene programada la demolición de 11 edificios perfectamente identificados y que con el consenso de los dueños que piden se acelere el proceso para poder iniciar con la reconstrucción con esquemas muy novedosos y otros con propuestas muy tradicionales.
Lo que hay que destacar es que los medios de comunicación y algunos personajes de la comentocracia del círculo rojo, evidencian un interés mezquino o de otra índole, por tratar de mostrar un México inmóvil y autoridades insensibles con los hechos, cuando en la realidad se tiene una capacidad de resiliencia de nuestra sociedad e instituciones que con paso firme deja atrás el desastre y continua con su vida normal y en las zonas de desastre recuperan su cotidianidad.
Baste decir que en la Ciudad de México se tiene un fondo de 2,500 millones para la demolición de edificios y se discute en la asamblea legislativa los métodos para hacer frente la reconstrucción de la ciudad, y es en este sentido donde chocan las visiones políticas y prácticas para atender este proceso.
Destacar que se tienen dos visiones encontradas: la visión de MORENA en donde se platea que la reconstrucción sea a cargo del erario público solamente y la visión del Gobierno de la Ciudad, que es importante decirlo, se aleja cada vez más de la prácticas oportunistas y coyunturales de lo que puede quedar del Frente Ciudadano, en donde se plantea la disposición de alternativas varias para enfrentar la reconstrucción.
Visiones “estadolatras” del Movimiento de “Degenaración”, perdón Regeneración Nacional, en donde no se repara en las acciones necesarias para poder contar con los recursos económicos y materiales para enfrentar la reconstrucción y se plantea disponerlos pro dedazo o decreto con la creación de un fondo público por 300 mil millones de pesos, por supuesto no dicen de donde sale la lana o debería de salir, destacando la presunta disponibilidad de recursos excedentes que rebasarán las metas de recaudación presupuestal de 2017, y por otro lado Mancera y el Gobierno de la Ciudad, que han logrado entender que a toda acción corresponde una responsabilidad administrativa y de ejercicio responsable del gasto para que esto pueda darse de manera institucional, con orden y transparencia, y proponen una serie de acciones, como créditos preferenciales, accione de regularización y de modificaciones a favor de la reconstrucción como redensificación y flexibilidad temporal hacendaria y no necesariamente con cargo total al erario público.
Esta discusión que tiene inmóvil a la asamblea legislativa y el tránsito de la propuesta legal para institucionalizar la reconstrucción y crear el marco jurídico para hacer frente la sismicidad estructural de nuestra ciudad, es lo que diferencia las propuestas para el 2018, más Estado o más sociedad, discusión que tiene enfrentado al viejo PRI y al nuevo PRI que propone un Estado Regulador en contra de la visión omnipresente del Estado que propicio la salida de Cuauhtémoc Cárdenas y la creación del Frente y posteriormente la de “Andrej” Manuel, alias AMLO.
La disyuntiva será pues Más Estado y burocracias o más sociedad y menos Estado.