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SE TAMBALEA EL FRENTE CIUDADANO. POR JORGE L. GALICIA

21 Nov 2017
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Es cierto, el paso que dieron quienes impulsan el llamado Frente Ciudadano por México (PAN, PRD y MC) es muy importante en sus aspiraciones por llegar juntos para competir en la elección presidencial del año que entra, pero de ahí a pensar que hay unidad en lo ideológico hay una enorme distancia, pues solo bastará que las dirigencias nacionales de las tres fuerzas políticas se sienten a dialogar en torno al tema sobre el método para elegir a su candidato para las silla del águila cuando sus seguidores se darán cuenta de qué están hechos los intereses de cada uno.

 La plataforma ya está, y esta la presentaron ante el Instituto Nacional Electoral y los frentistas señalan que ésta aún falta por enriquecerse, pues lo que básicamente presentaron son temas que ha impulsado el PRD, como es el aumento del salario mínimo y la lucha contra la corrupción y la impunidad, peo por lo pronto ya quedó registrada la primera coalición de partidos para la contienda electoral de 2018 y esta se llama Frente Ciudadano por México.   

Hasta ahora las decisiones que han tomado los frentistas han pasado sobre piso terso, digamos que han cerrado filas en las coincidencias, pero sin duda será el método para elegir al candidato lo que los haga ver su realidad en el terreno de lo ideológico, pues de entrada algunos liderazgos, como Miguel Ángel Mancera Y Rafael Moreno Valle, han levantado la mano y opinan que la elección  para elegir candidato se habrá a la ciudadanía, pero por el lado de los panistas, el PAN de Ricardo Anaya, el dirigente nacional, han impulsado la idea de que en esta coalición la candidatura deba recaer en una figura de los blanquiazules y para mayor precisión dicen que el candidato debe ser el mismísimo Ricardo Anaya.

Hay coincidencias en lo programático, ya se vio que en esa parte los acuerdos pueden aflorar y enriquecerse. El tema es que hasta ahora ninguno de los tres dirigentes nacionales, llámense Ricardo Anaya, Alejandra Barrales o Dante Delgado, del PAN, PRD y MC, respectivamente, han querido tocar el tema y cuándo se les pregunta al respecto o se salen por la tangente o de plano hacen mutis.

El método no es la única arista por la que tendrán que intentar pasar los frentistas, no, es una de las muchas aristas que tiene que resolver y es precisamente ahí donde muchos analistas adelantan que el frente romperá lanzas.

De entrada,  los impulsores del Frente se han  llenado la boca llevando y trayendo por todos lados un discurso que habla de ciudadanos, pero a decir verdad quienes integran el Frente Ciudadano por México no es otra cosa que representantes partidistas y el único objetivo claro que hasta ahora se ve en su lucha es sacar al PRI del gobierno para ponerse ellos, pero a favor de los ciudadanos no hay nada claro.

Dicen los que saben, que PAN, PRD y MC, optaron por llamar ciudadano a su movimiento por el simple hecho de que ellos son parte de esos partidos políticos que hoy en día ni cuentan con el respaldo ni la credibilidad ante los ciudadanos, de ahí el camuflaje.

Por ahora se habla que será la cultura del “agandalle”, que favorece a Ricardo Anaya, lo que tiene a los frentistas al borde de la ruptura, pero lo que en verdad hará que se tambalee al movimiento es cuando los ciudadanos no sólo se adhieran al movimiento sino que intenten representarlo, y en esa postura el nombre de Miguel Ángel Mancera es apenas una muestra, porque nombres hay muchos, y en ese caso se leen apellidos como el de Álvarez Icaza, De la Fuente, Woldenberg, y muchos otros etcétera, que como ciudadanos tendrán más peso que el del panista Anaya. En ese caso, digamos que los ciudadanos tienen la última palabra respecto al llamado Frente Ciudadano, dejan que los utilicen o son ellos los que deciden. Ese es el asunto.

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El apunte del director

  • JUNIO 2025

    Los resultados de la jornada electoral judicial puso en su verdadera dimensión el poder de convocatoria del oficialismo ante los electores que fueron, en el mejor de los casos, indiferentes a la reiterada  convocatoria de la presidenta Sheinbaum y de las voces del morenismo y no solo eso, se observó que con todo el aparato gubernamental de los tres niveles de gobierno,  no fue suficiente para lograr una votación aceptable en el rango del 20% del padrón electoral, al contrario, tan solo fue  la base del voto duro de la 4T que oscila alrededor de los 10 millones, los que acudieron, muchos de ellos acarreados, a las urnas. Ni siquiera todos los beneficiarios de los programas sociales atendieron el llamado.

    En una elección de Estado, en donde no se escatiman los recursos del poder y del billete, no pudieron mostrar ese músculo que tanto presume en las mañaneras la Jefa del Ejecutivo Federal, quien lleva varios días justificando lo indefendible y matizando la derrota en las urnas.

    Con el voto de unos cuantos, el resultado hubiera sido el mismo, es decir, una lista de juzgadores que fueron previamente aprobados desde Palacio Nacional, sobre todo en la composición de la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación, del Tribunal de Disciplina Judicial y del Tribunal Electoral, en lo demás, se mantuvo cierto control sobre los circuitos en donde se toman las decisiones de peso en diversas materias, que van desde lo penal, administrativo, hasta campos especializados como las telecomunicaciones.

    El fracaso de la elección judicial solo sorprendió al oficialismo, porque para los demás estaba cantado que el abstencionismo sería en niveles inéditos del 90%, además de que, se comprobó una vez más que, la ciudadanía no es tonta y no porque se repita una media verdad un millón de veces deje de ser mentira, o más aún, de que se crea el cuento chino del México mágico y maravilloso que se pinta en la versión de la presidenta.

    87 millones de ciudadanos no sufragaron y 22 de los 35 millones que votaron por Sheinbaum en 2024, tampoco acudieron a la cita con las urnas.

    La noche de los cuchillos largos, esa en la que se llaman a cuentas a los culpables del desastre ha empezado llamar al paredón a esos gobernadores de Morena que no cumplieron con sus cuotas de votantes como fue el caso de los gobernadores, de Sonora, Baja California, Colima, Estado de México, Veracruz y Puebla, por citar algunos mandatarios. Así que Alfonso Durazo, Marina del Pilar Ávila, Indira Vizcaíno, entre otros, se distrajeron con la cancelación de sus visas norteamericanas, en lugar de avocarse a cumplir la indicación presidencial de llevar acarreados a las urnas, sin importar el costo.

    La victoria tiene muchos padres, pero la derrota es huérfana y ese es precisamente el caso dentro del oficialismo ya que la doctora emprende, primero una operación de ajuste de cuentas y luego una operación cicatriz entre sus incondicionales para cerrar filas en torno a su proyecto político.

    Otro de los culpables de la debacle es Andrés Manuel López Beltrán, el famoso Andy, quien se hizo responsable de Durango y Veracruz, con los resultados ya conocidos.

    Sorprende para muchos que el candidato a ministro de la corte, el indigenista, Hugo Aguilar Ortiz, haya rebasado por la izquierda a Yasmín Esquivel y a Lenia Batres, en virtud de que cualquiera de las dos ya se sentían presidentas del máximo tribunal, sin embargo, alguien operó para desplazarlas, lo que significa que será hasta la última parte del sexenio cuando alguna de las dos puedan comandar a la Suprema Corte, aunque si bien es cierto que a  Lenia le correspondería ser la siguiente ministra presidenta, por la votación alcanzada, lo cierto es que. alguien dentro del oficialismo y que despacha como director general del ISSSTE le jugo las contras a la presidenta para imponer a su carnala.

    Morena cede terreno en Veracruz, pierde en Durango y ello, en la antesala de las elecciones intermedias de 2027, en donde habrá elecciones en 16 entidades para elegir  gobernador, al tiempo de que se renueva la Cámara de Diputados federal y que, como están las cosas;  nadie en su sano juicio se atrevería a pronosticar la victoria del partido oficial, sobre todo porque, sus aliados políticos, PVEM y PT han comenzado el parto de los montes para dejar de mamar de la ubre oficial, para caminar con independencia.

    Así que si alguien pasa por Palacio Nacional y observa que las luces están prendidas en el ala sur, no es porque alguien tiene insomnio, sino porque continúan lamiéndose las heridas de la golpiza propiciada este 1 de junio.