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Banorte despide a la mitad de empleados de Interacciones

27 Jul 2018
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En ese momento, dieron a conocer que la estructura de Gobierno corporativo de Banorte no cambiaría, y que ninguna persona relacionada obtendrá representación adicional en el Consejo de Administración como resultado de la emisión de las acciones adicionales.

En una presentación sobre la adquisición, Banorte informó que planea cortar 65 por ciento de los costos de Interacciones, lo cual ayudará a ahorrar entre mil 500 millones y mil 600 millones de pesos cada año.

A principios de este mes, el exdirector general de Interacciones dijo que podría haber despidos, pero no dio ningún detalle sobre cuántos empleados serían afectados.

Gerardo Salazar, exdirector del banco; Ignacio Zubiría, exdirector general adjunto de capacitación institucional y corporativa, y Adolfo Herrera, exdirector de la casa de bolsa, fueron algunos de los despedidos, precisaron las fuentes.

Salazar, Zubiría y Herrera no respondieron a solicitudes de comentarios. Banorte declinó a hacer un comentario, agregando que están en temporada de reportes trimestrales.

Yiming Qian, profesora asociada de finanzas en la Universidad de Iowa, Estados Unidos, explicó que los despidos tras un proceso de adquisición son comunes, pero que la tasa normalmente se ubica entre 5 y 15 por ciento de la plantilla.

Si Banorte despide a 800 personas, como una de las fuentes adelantó, la tasa de despido llegaría al 80 por ciento.

"80 por ciento es muy inusual," afirmó Qian.

En México, los bancos que se especializan en dar préstamos a estados y municipios tuvieron que reconsiderar sus modelos de operación durante los últimos años cuando varios estados acumularon deudas enormes y surgieron casos de corrupción que involucran a sus gobernadores.

Negocios familiares

Muchas empresas mexicanas pertenecen o están controladas por familias.

Sin embargo, el sector bancario del país está en manos, principalmente, extranjeras. Los más grandes son BBVA Bancomer, Citibanamex y Santander.

Banorte y el banco de Carlos Slim, Grupo Financiero Inbursa, son algunas excepciones.

Tres días antes de la elección presidencial del 1 de julio, se aprobó la adquisición de Interacciones por parte de Banorte, la más grande en el sector desde hace casi dos décadas.

Banorte ya era el más banco más grande en manos mexicanas y su presidente, Carlos Hank González, fue director general de Interacciones hasta 2014, mientras que su padre fue presidente de la firma.

Los inversionistas institucionales extranjeros más grandes de Banorte, incluso BlackRock Aberdeen Standard Investments, votaron en contra de la adquisición, asegurando que era innecesario un potencial conflicto de intereses por los vínculos familiares entre los bancos.

Banorte dio a conocer que el fideicomiso de la familia, que controla alrededor del 10 por ciento de la empresa, y otros afiliados al grupo, votaron en línea con la mayoría de los inversores.

El banco agregó que la adquisición podría agregar valor gradualmente a las bajas ganancias por acción y, al mismo tiempo, mantener los objetivos de preservar la fortaleza y el retorno de capital.

 

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El apunte del director

  • MAYO 2025

    A días de la elección de jueces, magistrados y ministros, el engrudo no solo se le hizo bolas a la 4T, sino que ya se cuajó con el desastre que ha implicado todo el proceso de selección de los aspirantes que ha encontrado su epítome de la ineptitud con la filtración de ciertos personajes de mala reputación que, incluso, están vinculados con criminales, tal como lo denunció el presidente de la Mesa Directiva del Senado, el  morenista Gerardo Fernández Noroña, quien reconoció que hubo fallas en los filtros para elegir a los candidatos al Poder Judicial en donde  se incluyeron “perfiles ligados con el narco o con personajes que defendieron públicamente a Naasón Joaquín García, líder de la Luz del Mundo”.

    Lo denunciado por Noroña tan solo es la punta del iceberg que oculta a licenciados que son promovidos por grupos empresariales, religiosos, partidistas, sindicales y por supuesto del crimen organizado y que, por lo tanto, cuentan, con el respaldo económico y de movilización para ganar la elección en los Circuitos y juzgados en donde fueron promovidos

    Así que “el sistema judicial más democrático del mundo” estará conformado en su mayoría, por juzgadores que resolverán los casos que lleguen a sus manos por consigna y no por un estricto apego al orden Constitucional.

    En este contexto, se alista en los estados y municipios gobernados por el oficialismo a cumplir con sus cuotas de votantes para el día de la elección, es decir, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, Morena y sus aliados políticos, aceitan la maquinaria desde ahora para llevar el mayor número de acarreados el próximo 1 de junio a su cita con la elección más truculenta que haya organizado el INE.

    No obstante que está expresamente prohibido que los partidos políticos intervengan en el proceso de elección de los juzgadores, el gobierno está echando toda la carne al asador sin escatimar recursos públicos para “convencer” a los ciudadanos a acudir a votar.

    Sin ese acarreo del gobierno federal, la elección sería un total fracaso en cuanto a la abstención, sin embargo, con la puesta en marcha de la maquinaria electoral de la 4T se garantiza que acudan a votar entre un 15% y 20 por ciento del padrón electoral, lo que, para efectos del discurso oficial, sería un éxito, aunque sería una de las elecciones con mayor abstención, incluso por arriba de la revocación de mandato de AMLO.

    Como se sabe, los ciudadanos no contarán los votos emitidos en las casillas electorales, sino que, la boletas se concentrarán para que, sean los propios funcionarios del INE quienes realicen el cómputo para determinar a los candidatos ganadores a convertirse en ministros, magistrados y jueces, por supuesto, la mayor parte de ellos alineados a los designios del principal huésped de Palacio Nacional.

    Si consideramos que las arcas del gobierno federal, estatal y municipal están muy acotados en su manejo presupuestal por la escasez de presupuesto, con los gastos extraordinarios que representa la elección judicial, pues  muchas instancias de gobierno están imposibilitados a cumplir con las cuotas asignadas y por lo tanto, ante la negativa de conseguir los recursos necesarios que se requiere para el acarreo, seguramente no se alcanzarán las metas fijadas en cuanto al número de votantes que participen en la jornada electoral.

    El primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum presenta indicios de una recesión económica presidida, ya, de un estancamiento económico que inhibe la generación de empleos y por supuesto de desarrollo económico que incide en la captación tributaria, que es la principal fuente de ingresos que tiene el gobierno para solventar sus gastos.

    En este contexto se les ocurrió la genial idea de reformar el Poder Judicial que no solo acabó con la confianza de los inversionistas en México, sino que le metió más carga fiscal a las atribuladas finanzas públicas.

    Este es el escenario en el cual se va a llevar la farsa de la elección judicial que, en términos de gobernabilidad no aporta nada y en cambio, trastoca todo el sistema judicial a mover toda la estructura del Poder Judicial con la incrustación de jueces de pacotilla a modo del régimen que, en la mayoría de los casos, carecen de la experiencia necesaria para dictaminar con pleno apego a la Constitución.

    Y todavía falta, además de la jornada electoral, observar cómo opera en el día a día, con miles de casos judiciales, el nuevo Poder Judicial con una Suprema Corte de Justicia de la Nación con clara proclividad a la 4T y ciertos magistrados y jueces coludidos con criminales.

    En medio de la salvaje presión ejercida por Donald Trump sobre el gobierno de la presidenta, se mantiene el capricho de llevar a cabo la elección judicial que en el fondo permite consolidar un régimen autoritario alineado a otras dictaduras de la región como Cuba y Venezuela.