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México con seis bienes naturales en la Lista de Patrimonio Mundial

24 Ago 2018
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México cuenta actualmente con 35 sitios inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial, de los cuales seis son bienes naturales.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) destacó este viernes en su página de Internet, que la conservación de las áreas naturales del país es una contribución para el desarrollo de sus poblaciones y para el bienestar de las futuras generaciones.

En los últimos seis años, México logró inscribir Sitios Naturales a la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Se trata de la Reserva de la Biosfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar (Sonora) que quedó inscrita en 2013, y el Parque Nacional Revillagigedo (Colima), en 2016.

La Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de 1972, surge tras la necesidad de identificar parte de los Bienes irremplazables de las naciones.

Los bienes naturales en esa lista son: Sian Ka’an, Quintana Roo; Santuario de Ballenas de El Vizcaíno; Islas y Áreas Protegidas del Golfo de California; Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca; Reserva de la Biosfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar, y Archipiélago de Revillagigedo.

México, enfatizó la Semarnat, coincide con este máximo organismo de las Naciones Unidas y trabaja de acuerdo con el Programa Sectorial de Medio Ambiente y Recursos Naturales, alineado con los compromisos internacionales asumidos por el país en la materia.

Entre los Bienes Mixtos de la Lista de Patrimonio Mundial se encuentran, las Reservas de la Biosfera Antigua Ciudad Maya y Bosques Protegidos de Calakmul, Campeche, y Tehuacán Cuicatlán, en el sureste del país.

 
Fuente: NTX/MSG/LCH/CYMA





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El apunte del director

  • Septiembre 2025

    Con resultados ambivalentes en un entorno muy adverso, la presidenta Sheinbaum llega a su primer Informe de Gobierno gozando de una popularidad de 74% de aprobación  de acuerdo a la más reciente encuesta de El Financiero y ello implica necesariamente que una buena parte de la población está contenta con su gestión, sin embargo, ello no quiere decir que los graves problemas que lastiman a México tengan visos de solución en el mediano plazo  como la seguridad pública, la economía, la regeneración del sistema de salud y educación que están colapsados,  al igual que las dos empresas públicas del Estado, Pemex y CFE, además que las finanzas públicas presentan un estado grave de precariedad que compromete, incluso el fondeo de los programas sociales que en buena medida soportan la popularidad de la Jefa del Ejecutivo Federal.
    La doctora se sacó la rifa del tigre al recibir un gobierno quebrado y con gigantescos escollos que requerirán tiempo, dinero y sobre todo capacidad de gestión, ya que la herencia maldita que heredó de su mentor son de tal magnitud que no bastarán los seis años que tiene para solucionarlos.
    Aunado a ello, hay que decirlo con todas sus letras, el secuestro del Poder Judicial tiene implicaciones graves en la certidumbre jurídica y el pleno respeto al orden constitucional.
    El nuevo andamiaje jurídico que ha creado la 4T, efectivamente daña al régimen democrático en aras de consolidar una incipiente autocracia.
    La descomposición interna es un tema grave, el otro, es la presión permanente que ejerce el presidente Donald Trump sobre su contraparte mexicana que complica aún más el entorno económico, político, social y de gobernabilidad, ya que entre los aranceles y las sanciones que se imponen arbitrariamente a los productos mexicanos, asfixian a diversos sectores de la población.
    El factor más preocupante que genera la ley del garrote de Trump es la incertidumbre que prevalece en la economía nacional, por la falta de definiciones en temas torales como la misma renegociación del T-MEC.
    A la presidenta se le ordenó expresamente seguir con las mañaneras y con ellas pretender conformar un México irreal basado en mentiras y medias verdades, que, al contrastarlas con los datos duros del propio gobierno, pues no pasan el crisol de la realidad.
    A casi un año de gobierno, todavía no vemos a la presidenta en todo su esplendor, se nota maniatada por una camisa de fuerza que le impuso AMLO, es decir, a un año de que llegó al poder no se aprecia las fortalezas, la personalidad propia y la visión de gobierno hacia el 2030, al contrario, se muestra una mala calca del tabasqueño que pretendió un proyecto político de gobierno en donde la atención de la pobreza era la premisa fundamental, empero, esa promesa solo quedó en el discurso y así seguirá por muchos años más, ya que el regalo del dinero público no revierte la pobreza y la marginación.
    Las dadivas gubernamentales permiten por el momento gozar de popularidad, empero esta es un espejismo, mientras no se aliente la productividad y la incorporación de la población marginada a la inclusión social con acceso a un trabajo bien remunerado, vivienda, salud, educación y recreación.
    Mientras la doctora no muestre su auténtica personalidad, su propia cosmovisión y su manera de gobernar sin ataduras, seguiremos dando cuenta de resultados mediocres que no corresponden a todo el potencial que tiene México para salir adelante.
    Desde luego, hay diferencias entre el gobierno de AMLO y de Sheinbaum como el diametral enfoque que existe entre ellos en materia de seguridad pública, en donde la estrategia de Abrazos no balazos logró que los criminales se empoderaran de vastas regiones del territorio nacional, además de incrustarse en altas esferas del poder; en cambio ahora se observa un combate real y frontal contra los criminales de todo el país y aunque Omar García Harfuch y los principales mandos castrenses están comprometidos con la instrucción presidencial de pacificar al país y revertir los índices delictivos, lo cierto es que se trata de una lucha desigual contra las capacidades económicas, en armamento, inteligencia y cooptación de mandos militares y policiales por parte de los cárteles del crimen que están asentados en todo el territorio nacional.
    En el tema económico, la situación es más complicada, porque se carecen de los recursos presupuestales para detonar la economía, sobre todo porque las grandes inversiones privadas ya no ven a México como un destino confiable y por ello han elegido invertir en otras regiones del orbe.
    La inversión total ha caído 5.5 % en los últimos ocho meses.
    En su Primer Informe no se asomó la autocrítica y menos el tan necesario llamado a la unidad nacional, al contrario, envuelta en una gran nube de datos sesgados se vanaglorió de los supuestos éxitos alcanzados.