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Como Veo, Doy. Gordillo, culpable ante la opinión pública. Por: Jorge L. Galicia Palacios Destacado

13 Ago 2018
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  • Delitos de “Cuello Blanco”, difíciles de probar.
  • Reforzar Sistema Nacional Anticorrupción, reto de AMLO y legisladores.

Gran polémica la que se generó con la decisión del poder judicial al exonerar de todo delito del que se le acusaba a la ex líder del sindicato magisterial, la maestra Elba Esther Gordillo, quien durante casi todo el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto enfrentó a la justicia tras las rejas o en estado carcelario en hospitales y en su domicilio.

Aquí el asunto es que, argumentaron los jueces, las acusaciones no se apegaron a los protocolos jurídicos ni  fueron aprobadas por el Ministerio Público y todo ello permitió a la acusada recuperar, después de cinco años de reclusión,  su libertad, ello no obstante que para la mayoría de la gente existe la precepción de que la señora era culpable y el hecho de que la hayan puesto en libertad es una prueba más de las enormes fallas que de manera interesada o por ineficiencia se siguen dando en nuestro sistema de justicia y a eso no se le puede llamar de otra manera más que impunidad.

La lideresa, entre otros cargos, fue acusada de lavado de dinero y delincuencia organizada, delitos tipificados estos en los procesos judiciales como de “cuello blanco”, mismos que especialistas en el estudio del derecho han clasificado a todos aquellos que tienen alguna vinculación con la conformación de grandes riquezas y por lo general son cometidos por individuos o grupos de alta posición socioeconómica, con educación y preparación profesional, con prestigio social e incluso con influencia política, como es el caso que nos ocupa, y que por la sofisticación y alta especialización técnica con que se llevan a cabo estos delitos resultan casi imposible de probar.

En la polémica por su liberación hay quienes señalan que la profesora “merecía la libertad” ya que su encarcelamiento obedecía a un ajuste de cuentas políticas de parte de la actual administración del gobierno federal, pero más bien una gran mayoría en redes sociales y otros medios se inclinan contra esa decisión, ya que la resolución judicial tiene tintes políticos e infieren que con  esa acción de absolver de toda causa penal a la imputada se da inicio al programa de amnistía propuesto por el gobierno electo. Eso se dice.

En ese contexto, lo que se percibe de manera abrumadora en la opinión pública es que la acción de liberar a la ex líder del sindicato magisterial vulnera la credibilidad en el sistema de justicia mexicano y tal vez esto obedezca a que, durante la detención realizada en febrero de 2013, la mayoría de la gente opinó a favor del ejercicio de la justicia,  aunque también hay que decirlo, el grueso de los encuestados dijo estar escéptico sobre si se le aplicaría o no todo el peso de la ley a la detenida.

El tiempo dio la razón a los escépticos, hoy la maestra está en libertad y el nuevo sistema de justicia nuevamente ha quedado en ridículo.

Es cierto, en la opinión pública muy pocos dudan de la inocencia de la maestra Gordillo, pero haciendo caso a lo que los cánones del sistema de justicia dicta, nadie puede ser juzgado por el mismo caso dos veces, así que Elba Esther Gordillo puede gozar de su libertad aunque el hecho refleje impunidad.

Por todo lo anterior, sin duda, uno de los grandes retos del nuevo gobierno electo y del poder legislativo será fortalecer todo el andamiaje legal para erradicar de una vez por todas los actos de corrupción y prevenir delitos de lavado de dinero, porque no es posible que después de tanta impunidad, en estos días los delincuentes de cuello blanco se sigan riendo de la justicia, y si no que le pregunten a quienes en lugar de cárcel hoy disfrutan sus bienes obtenidos de manera ilícita y la justicia no les pudo quitar ni un pelo.

¿O acaso la justicia mexicana estará dispuesta a que esos delincuentes de cuello blanco les sigan ganando los juicios? ¿O seguirá es ajusticia cediendo a presiones políticas y económicas? ¿O se seguirá aplicando aquella máxima que tan mal ha dejado parada a las leyes, “para los amigos justicia y gracia, mientras que para los enemigos, la ley a secas?. Que conste.

PASO SIN VER.- Mientras la maestra Gordillo goza de su libertad en medio de lujosas residencias, joyas, obras de arte, y propiedades en el extranjero, el grueso de la población del magisterio sigue viviendo con lo que sus bajos salarios les alcanza y padeciendo el abuso de líderes que sin escrúpulos les timan sus fondos de ahorros, prestaciones sindicales y cooperaciones que aportan voluntariamente a fuerzas para “El movimiento”. Es la realidad.

VA MI RESTO.-   El concepto "Delincuente de cuello blanco" fue acuñado en 1939 por Edwin H. Sutherland, uno de los padres de la criminología moderna.

"La delincuencia de cuello blanco en el mundo de los negocios se manifiesta sobre todo bajo la forma de manipulación de los informes financieros de compañías, la falsa declaración de los stocks de mercancías, los sobornos comerciales, la corrupción de funcionarios realizada directa o indirectamente para conseguir contratos y leyes favorables, la tergiversación de los anuncios y del arte de vender, los desfalcos y la malversación de fondos, los trucajes de pesos y medidas, la mala clasificación de las mercancías, los fraudes fiscales y la desviación de fondos realizada por funcionarios y consignatarios".

Edwin H. Sutherland decía que un delincuente de cuello blanco puede tener varias definiciones, aunque puede definirse de una manera simple como: "Una persona respetable y de alto estatus social que comete un delito en el desempeño de su ocupación", y como esos casos, en el México del siglo XXI, podemos mencionar apellidos como el de Dechamps, Gordillo, Duarte, Ezparza, y muchos otros que si le seguimos no habrá diario que alcance para publicar todos, y hasta ahí la polémica porque como veo doy.

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El apunte del director

  • MAYO 2025

    A días de la elección de jueces, magistrados y ministros, el engrudo no solo se le hizo bolas a la 4T, sino que ya se cuajó con el desastre que ha implicado todo el proceso de selección de los aspirantes que ha encontrado su epítome de la ineptitud con la filtración de ciertos personajes de mala reputación que, incluso, están vinculados con criminales, tal como lo denunció el presidente de la Mesa Directiva del Senado, el  morenista Gerardo Fernández Noroña, quien reconoció que hubo fallas en los filtros para elegir a los candidatos al Poder Judicial en donde  se incluyeron “perfiles ligados con el narco o con personajes que defendieron públicamente a Naasón Joaquín García, líder de la Luz del Mundo”.

    Lo denunciado por Noroña tan solo es la punta del iceberg que oculta a licenciados que son promovidos por grupos empresariales, religiosos, partidistas, sindicales y por supuesto del crimen organizado y que, por lo tanto, cuentan, con el respaldo económico y de movilización para ganar la elección en los Circuitos y juzgados en donde fueron promovidos

    Así que “el sistema judicial más democrático del mundo” estará conformado en su mayoría, por juzgadores que resolverán los casos que lleguen a sus manos por consigna y no por un estricto apego al orden Constitucional.

    En este contexto, se alista en los estados y municipios gobernados por el oficialismo a cumplir con sus cuotas de votantes para el día de la elección, es decir, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, Morena y sus aliados políticos, aceitan la maquinaria desde ahora para llevar el mayor número de acarreados el próximo 1 de junio a su cita con la elección más truculenta que haya organizado el INE.

    No obstante que está expresamente prohibido que los partidos políticos intervengan en el proceso de elección de los juzgadores, el gobierno está echando toda la carne al asador sin escatimar recursos públicos para “convencer” a los ciudadanos a acudir a votar.

    Sin ese acarreo del gobierno federal, la elección sería un total fracaso en cuanto a la abstención, sin embargo, con la puesta en marcha de la maquinaria electoral de la 4T se garantiza que acudan a votar entre un 15% y 20 por ciento del padrón electoral, lo que, para efectos del discurso oficial, sería un éxito, aunque sería una de las elecciones con mayor abstención, incluso por arriba de la revocación de mandato de AMLO.

    Como se sabe, los ciudadanos no contarán los votos emitidos en las casillas electorales, sino que, la boletas se concentrarán para que, sean los propios funcionarios del INE quienes realicen el cómputo para determinar a los candidatos ganadores a convertirse en ministros, magistrados y jueces, por supuesto, la mayor parte de ellos alineados a los designios del principal huésped de Palacio Nacional.

    Si consideramos que las arcas del gobierno federal, estatal y municipal están muy acotados en su manejo presupuestal por la escasez de presupuesto, con los gastos extraordinarios que representa la elección judicial, pues  muchas instancias de gobierno están imposibilitados a cumplir con las cuotas asignadas y por lo tanto, ante la negativa de conseguir los recursos necesarios que se requiere para el acarreo, seguramente no se alcanzarán las metas fijadas en cuanto al número de votantes que participen en la jornada electoral.

    El primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum presenta indicios de una recesión económica presidida, ya, de un estancamiento económico que inhibe la generación de empleos y por supuesto de desarrollo económico que incide en la captación tributaria, que es la principal fuente de ingresos que tiene el gobierno para solventar sus gastos.

    En este contexto se les ocurrió la genial idea de reformar el Poder Judicial que no solo acabó con la confianza de los inversionistas en México, sino que le metió más carga fiscal a las atribuladas finanzas públicas.

    Este es el escenario en el cual se va a llevar la farsa de la elección judicial que, en términos de gobernabilidad no aporta nada y en cambio, trastoca todo el sistema judicial a mover toda la estructura del Poder Judicial con la incrustación de jueces de pacotilla a modo del régimen que, en la mayoría de los casos, carecen de la experiencia necesaria para dictaminar con pleno apego a la Constitución.

    Y todavía falta, además de la jornada electoral, observar cómo opera en el día a día, con miles de casos judiciales, el nuevo Poder Judicial con una Suprema Corte de Justicia de la Nación con clara proclividad a la 4T y ciertos magistrados y jueces coludidos con criminales.

    En medio de la salvaje presión ejercida por Donald Trump sobre el gobierno de la presidenta, se mantiene el capricho de llevar a cabo la elección judicial que en el fondo permite consolidar un régimen autoritario alineado a otras dictaduras de la región como Cuba y Venezuela.