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Desde San Lázaro. El Caballo de Troya. Por Alejo Sánchez Cano Destacado

25 May 2018
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En la operación cicatriz que hace José Antonio Meade al interior del PRI, debe de ampliarse con sus aliados políticos ya que, por ejemplo en el PVEM están sentidos por diversos desaires y afrentas que les han hecho miembros distinguidos del tricolor

Como el Gobernador Alfredo del Mazo, quien además de despreciarlos es ingrato, toda vez que entre Nueva Alianza y los propios Verdes, lograron aportar a los votos que lo encumbraron al poder y sin embargo, fueron desdeñados.

Y es una tras otra, un día Del Mazo los ignora y otro, rompe acuerdos electorales en la postulación de candidatos para alcaldías y diputaciones.

En Chiapas, el PRI se encargó por todos los medios de imponer a Roberto Albores a la candidatura común del PRI y de los Ecologistas, no obstante el rechazo sistematizado hacía un proyecto perdedor.

Nadie prestó atención suficiente al tema y hoy  ya se rompió la alianza y cada partido lleva un candidato propio, el PVEM lleva  Luis Armando Melgar que debió de haber sido el  respaldado por ambas fuerzas políticas.

Con esta ruptura, podría irrumpir Morena y gobernar esa entidad.

¿Quién es la mano que mece la cuna?

Para nadie es un secreto que aún con la llegada de René Juárez Cisneros a la presidencia del PRI, todavía existe malestar en muchos militantes distinguidos que siguen sin  ser tomados en cuenta y aunque han probado a carta cabal  fidelidad al partido, los ignoran olímpicamente.

Tan solo diremos que todos aquellos legisladores del Partido Revolucionario Institucional que conformaron la LXII Legislatura y que sacaron adelante las 13 reformas estructurales que impulsó el presidente Enrique Peña Nieto, fueron relegados y olvidados.

Y solo unos cuantos fueron incorporados a tareas del ejecutivo, los favoritos del Caballo de Troya.

El daño causado por Enrique Ochoa Reza al Institucional es de proporciones descomunales ya que no solo desmembró las estructuras  consolidadas que tenía ese partido en diversas regiones del país, sino que  además se encargó de perseguir a figuras prominentes de sus correligionarios, porque se opusieron a  su nombramiento, en lugar de tender puentes de diálogo y de entendimiento para sumarlos a un proyecto político que ahora encabeza Pepe Meade.

¿Quién impulso a Ochoa e encumbrarse a una posición que le correspondía algún priista de espolones?  ¿Quién se encargó  de desaparecer del mapa político a Manlio Fabio Beltrones?. Tal vez el mismo que sugirió descartar a Miguel Ángel Osorio Chong de ser el abanderado del PRI a la candidatura presidencial.

El nombre del Caballo de Troya es Luis Videgaray que como vicepresidente sigue dañando   a la gestión del presidente Enrique Peña Nieto.

Él recomendó recibir en Los Pinos al candidato republicano, Donald Trump y es él quien impulsa la firma express del Tratado de Libre comercio, sin considerar que sería de graves consecuencias para varios sectores productivos del país, como el sector manufacturero y el automotriz.

¿Quién le ha incrustado al grupo de colaboradores de Meade, personajes que han probado su ineficacia y deslealtad en las tareas encomendadas en la campaña?

Ya es demasiado tarde, incluso para expulsarlo por segunda vez del gabinete. Veremos con los resultados del 1 de julio, que tanto daño causó al PRI, a su candidato y a un presidente reformista.

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El apunte del director

  • MAYO 2025

    A días de la elección de jueces, magistrados y ministros, el engrudo no solo se le hizo bolas a la 4T, sino que ya se cuajó con el desastre que ha implicado todo el proceso de selección de los aspirantes que ha encontrado su epítome de la ineptitud con la filtración de ciertos personajes de mala reputación que, incluso, están vinculados con criminales, tal como lo denunció el presidente de la Mesa Directiva del Senado, el  morenista Gerardo Fernández Noroña, quien reconoció que hubo fallas en los filtros para elegir a los candidatos al Poder Judicial en donde  se incluyeron “perfiles ligados con el narco o con personajes que defendieron públicamente a Naasón Joaquín García, líder de la Luz del Mundo”.

    Lo denunciado por Noroña tan solo es la punta del iceberg que oculta a licenciados que son promovidos por grupos empresariales, religiosos, partidistas, sindicales y por supuesto del crimen organizado y que, por lo tanto, cuentan, con el respaldo económico y de movilización para ganar la elección en los Circuitos y juzgados en donde fueron promovidos

    Así que “el sistema judicial más democrático del mundo” estará conformado en su mayoría, por juzgadores que resolverán los casos que lleguen a sus manos por consigna y no por un estricto apego al orden Constitucional.

    En este contexto, se alista en los estados y municipios gobernados por el oficialismo a cumplir con sus cuotas de votantes para el día de la elección, es decir, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, Morena y sus aliados políticos, aceitan la maquinaria desde ahora para llevar el mayor número de acarreados el próximo 1 de junio a su cita con la elección más truculenta que haya organizado el INE.

    No obstante que está expresamente prohibido que los partidos políticos intervengan en el proceso de elección de los juzgadores, el gobierno está echando toda la carne al asador sin escatimar recursos públicos para “convencer” a los ciudadanos a acudir a votar.

    Sin ese acarreo del gobierno federal, la elección sería un total fracaso en cuanto a la abstención, sin embargo, con la puesta en marcha de la maquinaria electoral de la 4T se garantiza que acudan a votar entre un 15% y 20 por ciento del padrón electoral, lo que, para efectos del discurso oficial, sería un éxito, aunque sería una de las elecciones con mayor abstención, incluso por arriba de la revocación de mandato de AMLO.

    Como se sabe, los ciudadanos no contarán los votos emitidos en las casillas electorales, sino que, la boletas se concentrarán para que, sean los propios funcionarios del INE quienes realicen el cómputo para determinar a los candidatos ganadores a convertirse en ministros, magistrados y jueces, por supuesto, la mayor parte de ellos alineados a los designios del principal huésped de Palacio Nacional.

    Si consideramos que las arcas del gobierno federal, estatal y municipal están muy acotados en su manejo presupuestal por la escasez de presupuesto, con los gastos extraordinarios que representa la elección judicial, pues  muchas instancias de gobierno están imposibilitados a cumplir con las cuotas asignadas y por lo tanto, ante la negativa de conseguir los recursos necesarios que se requiere para el acarreo, seguramente no se alcanzarán las metas fijadas en cuanto al número de votantes que participen en la jornada electoral.

    El primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum presenta indicios de una recesión económica presidida, ya, de un estancamiento económico que inhibe la generación de empleos y por supuesto de desarrollo económico que incide en la captación tributaria, que es la principal fuente de ingresos que tiene el gobierno para solventar sus gastos.

    En este contexto se les ocurrió la genial idea de reformar el Poder Judicial que no solo acabó con la confianza de los inversionistas en México, sino que le metió más carga fiscal a las atribuladas finanzas públicas.

    Este es el escenario en el cual se va a llevar la farsa de la elección judicial que, en términos de gobernabilidad no aporta nada y en cambio, trastoca todo el sistema judicial a mover toda la estructura del Poder Judicial con la incrustación de jueces de pacotilla a modo del régimen que, en la mayoría de los casos, carecen de la experiencia necesaria para dictaminar con pleno apego a la Constitución.

    Y todavía falta, además de la jornada electoral, observar cómo opera en el día a día, con miles de casos judiciales, el nuevo Poder Judicial con una Suprema Corte de Justicia de la Nación con clara proclividad a la 4T y ciertos magistrados y jueces coludidos con criminales.

    En medio de la salvaje presión ejercida por Donald Trump sobre el gobierno de la presidenta, se mantiene el capricho de llevar a cabo la elección judicial que en el fondo permite consolidar un régimen autoritario alineado a otras dictaduras de la región como Cuba y Venezuela.