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Desde San Lázaro. Hablan de honestidad y se muerden la lengua. Por Alejo Sánchez Cano Destacado

25 Oct 2017
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Revelador, por no decir indignante, los datos que las páginas de El Financiero dan a conocer en torno al  trabajo legislativo en comisiones del grupo parlamentario del Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México (ALCDMX), donde representantes de dicha fracción cobran sin trabajar, sí, sin trabajar.

Es cierto, Morena es el grupo con mayor representación en el recinto del Palacio de Donceles, veinte legisladores integran el grupo, pero por lo que se ve también son los que menos trabajan y aunque hay registros de sus asistencias en el salón de plenos, donde de plano ni se aparecen es en comisiones.

También es cierto que al inicio de la legislatura los morenistas se inconformaron por la distribución de las comisiones legislativas, donde a ellos les correspondió presidir tres de las llamadas ordinarias, y al no estar de acuerdo optaron por no ocupar los cargos, cediendo esos espacios directivos a otras opciones partidistas.

A lo que no renunciaron fue a las prerrogativas, pues hoy se sabe que en su nómina cobran asesores y secretarios técnicos, y otros servicios en el uso de oficinas, lo que representa una erogación del órgano legislativo por la nada despreciable cantidad de más de 34 millones de pesos anuales y ya son dos años en esa situación, en la que al parecer son muy puntuales para cobrar cada quincena pero de su productividad poco se sabe, y eso que ese partido enarbola como unas de sus principales banderas políticas la honestidad y la transparencia.

Con lo que sucede en la ALCDMX, queda claro que en Morena no hay coordinación entre lo que piensan y lo que hacen, porque es muy fácil hablar de transparencia y rendición de cuentas, pero cuando hablan de esos temas o se muerden la lengua o tragan saliva, pues aunque se han documentado las referidas anomalías en el funcionamiento y desarrollo de las actividades del órgano legislativo local, con seguridad también vendrán discursos para justificar lo injustificable.

Por lo demás, aunque en Morena se sigan presumiendo encuestas de estudios de opinión que los ponen como favoritos entre el electorado capitalino en  vísperas de año electoral de 2018, queda claro que este tipo de acciones son calificadas por la ciudadanía como actos de corrupción y si en este momento algo indigna a la población son precisamente este tipo de acciones que dan cuenta de opacidad, despilfarro y desviación de recursos del erario público, y a corto plazo eso pude representar un voto de castigo en tiempos electorales. Que conste.

AL ROJO VIVO.- Así se están poniendo las cosas en el Senado de la República con el asunto de la destitución del titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), a donde el ex fiscal, Santiago Nieto Castillo, acudió para solicitar que se le restituya en el cargo al que se le hizo a un lado por supuesta violación a los códigos de ética y responsabilidad como servidor público.

En lo que se constituye como un hecho inédito en el proceso legislativo de la Cámara Alta, se prevé que el caso sea analizado por los legisladores en sesión abierta, donde por separado serían entrevistados el verdugo y el sentenciado, es decir el ex fiscal y el encargado del despacho de la PGR, ejercicio que al final, en votación secreta, se conocería – de acuerdo a los argumentos esgrimidos por ambas partes- el destino del destituido fiscal.

Por lo pronto, de todo este intríngulis judicial, donde las mordeduras de lengua no están exentas, lo único claro hasta ahora es que el fiscal ha dado pruebas fehacientes de violar el debido proceso y la garantía de presunción de inocencia contra algunos de los inculpados a quienes la FEPADE le abrió carpetas de investigación, pero eso es un tecnicismo en todo este asunto porque lo que se ve detrás de todo este asunto son elementos propios de la política y eso es lo que hace inédito el tema. Así que para esos casos lo que queda es la suerte y ésta ya está echada.

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El apunte del director

  • JUNIO 2025

    Los resultados de la jornada electoral judicial puso en su verdadera dimensión el poder de convocatoria del oficialismo ante los electores que fueron, en el mejor de los casos, indiferentes a la reiterada  convocatoria de la presidenta Sheinbaum y de las voces del morenismo y no solo eso, se observó que con todo el aparato gubernamental de los tres niveles de gobierno,  no fue suficiente para lograr una votación aceptable en el rango del 20% del padrón electoral, al contrario, tan solo fue  la base del voto duro de la 4T que oscila alrededor de los 10 millones, los que acudieron, muchos de ellos acarreados, a las urnas. Ni siquiera todos los beneficiarios de los programas sociales atendieron el llamado.

    En una elección de Estado, en donde no se escatiman los recursos del poder y del billete, no pudieron mostrar ese músculo que tanto presume en las mañaneras la Jefa del Ejecutivo Federal, quien lleva varios días justificando lo indefendible y matizando la derrota en las urnas.

    Con el voto de unos cuantos, el resultado hubiera sido el mismo, es decir, una lista de juzgadores que fueron previamente aprobados desde Palacio Nacional, sobre todo en la composición de la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación, del Tribunal de Disciplina Judicial y del Tribunal Electoral, en lo demás, se mantuvo cierto control sobre los circuitos en donde se toman las decisiones de peso en diversas materias, que van desde lo penal, administrativo, hasta campos especializados como las telecomunicaciones.

    El fracaso de la elección judicial solo sorprendió al oficialismo, porque para los demás estaba cantado que el abstencionismo sería en niveles inéditos del 90%, además de que, se comprobó una vez más que, la ciudadanía no es tonta y no porque se repita una media verdad un millón de veces deje de ser mentira, o más aún, de que se crea el cuento chino del México mágico y maravilloso que se pinta en la versión de la presidenta.

    87 millones de ciudadanos no sufragaron y 22 de los 35 millones que votaron por Sheinbaum en 2024, tampoco acudieron a la cita con las urnas.

    La noche de los cuchillos largos, esa en la que se llaman a cuentas a los culpables del desastre ha empezado llamar al paredón a esos gobernadores de Morena que no cumplieron con sus cuotas de votantes como fue el caso de los gobernadores, de Sonora, Baja California, Colima, Estado de México, Veracruz y Puebla, por citar algunos mandatarios. Así que Alfonso Durazo, Marina del Pilar Ávila, Indira Vizcaíno, entre otros, se distrajeron con la cancelación de sus visas norteamericanas, en lugar de avocarse a cumplir la indicación presidencial de llevar acarreados a las urnas, sin importar el costo.

    La victoria tiene muchos padres, pero la derrota es huérfana y ese es precisamente el caso dentro del oficialismo ya que la doctora emprende, primero una operación de ajuste de cuentas y luego una operación cicatriz entre sus incondicionales para cerrar filas en torno a su proyecto político.

    Otro de los culpables de la debacle es Andrés Manuel López Beltrán, el famoso Andy, quien se hizo responsable de Durango y Veracruz, con los resultados ya conocidos.

    Sorprende para muchos que el candidato a ministro de la corte, el indigenista, Hugo Aguilar Ortiz, haya rebasado por la izquierda a Yasmín Esquivel y a Lenia Batres, en virtud de que cualquiera de las dos ya se sentían presidentas del máximo tribunal, sin embargo, alguien operó para desplazarlas, lo que significa que será hasta la última parte del sexenio cuando alguna de las dos puedan comandar a la Suprema Corte, aunque si bien es cierto que a  Lenia le correspondería ser la siguiente ministra presidenta, por la votación alcanzada, lo cierto es que. alguien dentro del oficialismo y que despacha como director general del ISSSTE le jugo las contras a la presidenta para imponer a su carnala.

    Morena cede terreno en Veracruz, pierde en Durango y ello, en la antesala de las elecciones intermedias de 2027, en donde habrá elecciones en 16 entidades para elegir  gobernador, al tiempo de que se renueva la Cámara de Diputados federal y que, como están las cosas;  nadie en su sano juicio se atrevería a pronosticar la victoria del partido oficial, sobre todo porque, sus aliados políticos, PVEM y PT han comenzado el parto de los montes para dejar de mamar de la ubre oficial, para caminar con independencia.

    Así que si alguien pasa por Palacio Nacional y observa que las luces están prendidas en el ala sur, no es porque alguien tiene insomnio, sino porque continúan lamiéndose las heridas de la golpiza propiciada este 1 de junio.