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Como veo, doy. División partidista, lo que nos espera/PAN de Anaya pasa del sueño a la pesadilla/En el PRI, no cantan mal las rancheras. Por Jorge Luis Galicia Palacios

09 Oct 2017
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No conformes con el malestar que la ciudadanía en general les ha expresado, lo que en estas fechas se observa es que los partidos políticos ya no tienen remedio, las dirigencias de estas organizaciones hacen todo lo posible para que la gente los odie más. Hay una clara muestra de que lo único que les interesa es o conservar la nomenclatura o su pellejo, y sí para ello tienen que hablar a nombre de México lo harán cuantas veces les sea posible.

Por México ha hablado Ricardo Anaya, cuando le suplica a Margarita Zavala no salirse del partido Acción Nacional. “Quiero expresarle a Margarita que estoy convencido de que México es mucho más grande que cualquier de nosotros en lo individual, que la división del PAN sólo le sirve al PRI, y que la división del PAN no le conviene a México”, se le escuchó decir al joven dirigente blanquiazul en su vano intento por evitar la división en las filas panistas.

La salida de una prominente militante del panismo no le conviene a México. ¿En verdad creerá el dirigente nacional panista que México está preocupado por la división interna que se vive al interior de uno o varios partidos políticos?, ¿en verdad no se da cuenta el “canalla” de Anaya que México ya está harto de partidos políticos que lucran con la necesidad de la gente y que solo buscan o se acuerdan del electorado en tiempos de campaña?

Y la división o conflictos internos del PAN no es exclusivo de ese partido, por eso resulta extraña la declaración de dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, cuando señala que la fractura panista “es la consecuencia de un dirigente que tiene dos cachuchas: por un lado de presidente de un partido político nacional y, por otro lado, la de aspirante a alguna candidatura para el siguiente proceso electoral. Y eso claramente no ha sentado bien dentro de su propio partido”.

Por supuesto que Ochoa Reza es un dirigente sin posibilidades de competir para la candidatura presidencial en su partido, tal vez por esos su dicho, y no porque que él no tenga una legítima aspiración para la silla presidencial sino porque muy pocos en su partido le ven con cualidades para esa competencia, pero en esta ocasión se mordió la lengua al hablar de división en la casa de enfrente, porque aunque es cierta su afirmación de que a “Ricardo Anaya se le está desmoronado el PAN entre las manos y es producto de una actitud intolerante, poco democrática, en la que el dirigente nacional del blanquiazul se ha apropiado de los spots en radio y televisión para hacer promoción personal, en lugar de poner esos espacios democráticos al servicio de partido y de la democracia”, en su calidad de dirigente nacional no le corresponde ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio.

Es cierto, con más de treinta años de militancia, lo de Margarita Zavala representa un duro golpe en las filas panistas al restarle posibilidades al PAN de regresar a la silla presidencial, lo es, y en estricto sentido es un asunto que solo a los panistas corresponde resolver, por lo que las declaraciones del priista Ochoa Reza salen sobrando y más aún cuando el tricolor se encamina a un proceso donde la baraja de aspirantes se ha reducido a cuando mucho cuatro apellidos y en ese proceso falta saber la decisión que tomen quienes dieron muestras de aspirar a la candidatura tricolor y sus seguidores, porque de antemano se sabe que las posibilidades del priismo se basan en la unidad de su militancia para intentar conservar la estafeta presidencial y es ahí donde el dirigente nacional debe estar concentrado en lugar de andar de mirón o metiche en casas ajenas.

Por lo demás, eso de los conflictos internos en los partidos ya no es novedad: el PRD casi se queda solo con tantas renuncias en sus filas; Los de Morena no andan muy contentos con la llegada de “personalidades” que hasta hace unos días estaban en otros partidos y que ahora ha empezado a desplazar a cuadros que ya se sentían con las candidaturas en las manos para diversos cargos; El PAN, ya lo vimos, apenas empieza su hecatombe con la salida de Margarita Zavala; El PRI tampoco pasa por su mejor momento, pero por lo general la disciplina se impone una vez que sale humo blanco en la sede tricolor, aunque los tiempos han cambiado y todo puede suceder, la división sería como una estocada en su intento por preservar el poder.

Y así, los partidos políticos, todos, pelean por sobrevivir en la política, pero si esa lucha la hicieran por México, sus problemas y necesidades, entonces hoy estarían en un escenario inmejorable, pero no es así, por lo que desde ahora es de imaginarnse lo que espera al país con un sistema de partidos que se niega a morir… 

VA MI RESTO.- Será el jueves 11 cuando se reúna el Consejo Político Nacional del PRI, donde los asuntos a tratar hasta ahora son una incógnita pero es un hecho que las cosas andan calientes en torno el método de selección de candidato presidencial y demás cargos de elección.

En caso de que al presidente del PRI, Enrique Ochoa, se le vaya de las manos el proceso para elegir al candidato de ese partido rumbo a la sucesión presidencial, es seguro que el reclamo más airado no llegará en voz del dirigente panista, ni siquiera del primer priista del país, sino de las propias bases del partido y no será a través de mensajes o gritos, sino de votos en contra, y hasta ahí porque como veo, doy.

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El apunte del director

  • JUNIO 2025

    Los resultados de la jornada electoral judicial puso en su verdadera dimensión el poder de convocatoria del oficialismo ante los electores que fueron, en el mejor de los casos, indiferentes a la reiterada  convocatoria de la presidenta Sheinbaum y de las voces del morenismo y no solo eso, se observó que con todo el aparato gubernamental de los tres niveles de gobierno,  no fue suficiente para lograr una votación aceptable en el rango del 20% del padrón electoral, al contrario, tan solo fue  la base del voto duro de la 4T que oscila alrededor de los 10 millones, los que acudieron, muchos de ellos acarreados, a las urnas. Ni siquiera todos los beneficiarios de los programas sociales atendieron el llamado.

    En una elección de Estado, en donde no se escatiman los recursos del poder y del billete, no pudieron mostrar ese músculo que tanto presume en las mañaneras la Jefa del Ejecutivo Federal, quien lleva varios días justificando lo indefendible y matizando la derrota en las urnas.

    Con el voto de unos cuantos, el resultado hubiera sido el mismo, es decir, una lista de juzgadores que fueron previamente aprobados desde Palacio Nacional, sobre todo en la composición de la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación, del Tribunal de Disciplina Judicial y del Tribunal Electoral, en lo demás, se mantuvo cierto control sobre los circuitos en donde se toman las decisiones de peso en diversas materias, que van desde lo penal, administrativo, hasta campos especializados como las telecomunicaciones.

    El fracaso de la elección judicial solo sorprendió al oficialismo, porque para los demás estaba cantado que el abstencionismo sería en niveles inéditos del 90%, además de que, se comprobó una vez más que, la ciudadanía no es tonta y no porque se repita una media verdad un millón de veces deje de ser mentira, o más aún, de que se crea el cuento chino del México mágico y maravilloso que se pinta en la versión de la presidenta.

    87 millones de ciudadanos no sufragaron y 22 de los 35 millones que votaron por Sheinbaum en 2024, tampoco acudieron a la cita con las urnas.

    La noche de los cuchillos largos, esa en la que se llaman a cuentas a los culpables del desastre ha empezado llamar al paredón a esos gobernadores de Morena que no cumplieron con sus cuotas de votantes como fue el caso de los gobernadores, de Sonora, Baja California, Colima, Estado de México, Veracruz y Puebla, por citar algunos mandatarios. Así que Alfonso Durazo, Marina del Pilar Ávila, Indira Vizcaíno, entre otros, se distrajeron con la cancelación de sus visas norteamericanas, en lugar de avocarse a cumplir la indicación presidencial de llevar acarreados a las urnas, sin importar el costo.

    La victoria tiene muchos padres, pero la derrota es huérfana y ese es precisamente el caso dentro del oficialismo ya que la doctora emprende, primero una operación de ajuste de cuentas y luego una operación cicatriz entre sus incondicionales para cerrar filas en torno a su proyecto político.

    Otro de los culpables de la debacle es Andrés Manuel López Beltrán, el famoso Andy, quien se hizo responsable de Durango y Veracruz, con los resultados ya conocidos.

    Sorprende para muchos que el candidato a ministro de la corte, el indigenista, Hugo Aguilar Ortiz, haya rebasado por la izquierda a Yasmín Esquivel y a Lenia Batres, en virtud de que cualquiera de las dos ya se sentían presidentas del máximo tribunal, sin embargo, alguien operó para desplazarlas, lo que significa que será hasta la última parte del sexenio cuando alguna de las dos puedan comandar a la Suprema Corte, aunque si bien es cierto que a  Lenia le correspondería ser la siguiente ministra presidenta, por la votación alcanzada, lo cierto es que. alguien dentro del oficialismo y que despacha como director general del ISSSTE le jugo las contras a la presidenta para imponer a su carnala.

    Morena cede terreno en Veracruz, pierde en Durango y ello, en la antesala de las elecciones intermedias de 2027, en donde habrá elecciones en 16 entidades para elegir  gobernador, al tiempo de que se renueva la Cámara de Diputados federal y que, como están las cosas;  nadie en su sano juicio se atrevería a pronosticar la victoria del partido oficial, sobre todo porque, sus aliados políticos, PVEM y PT han comenzado el parto de los montes para dejar de mamar de la ubre oficial, para caminar con independencia.

    Así que si alguien pasa por Palacio Nacional y observa que las luces están prendidas en el ala sur, no es porque alguien tiene insomnio, sino porque continúan lamiéndose las heridas de la golpiza propiciada este 1 de junio.