La nota no es si lo dardos están cargados en favor de Ernestina Godoy para ser la nueva Fiscal General de la República, sino, por qué se tiran al suelo, en primera instancia, 42 candidatos más a ocupar este cargo y luego en la lista decantada por el Senado, 9 suspirantes que se quedarán sin hueso alguno porque la decisión ya estaba tomada aun cuando Alejandro Gertz Manero continuaba aferrado al puesto.
Todo es farsa con la 4T, desde la elección judicial acompañada con la música de los acordeones, hasta nombramientos públicos que tienen que pasar por el cedazo del Congreso, federal y local (Bertha Alcalde, como Fiscal de la CDMX) y por aduanas ciudadanas que estipulan las leyes respectivas.
En un país con una clase política de cínicos, todo puede pasar, como la salida de su madriguera de López Obrador en detrimento del mandato de la presidenta Claudia Sheinbaum, para amenazar que en caso necesario retomará el poder, como si nunca lo hubiera perdido.
De nueve candidatos quedarán tres para que la presidenta elija a su favorita.
El caso no tendría relevancia sino fuera porque la FGR queda en manos de la Jefa del Ejecutivo Federal para fortalecer una presidencia con más poder que sus antecesores, porque tiene el total control de los Tres Poderes de la Unión, de organismos autónomos como la CNDH en donde despacha una Piedra cuatrotista, por supuesto, de las fuerzas armadas y todos los organismos públicos que fungían como contrapeso al Ejecutivo Federal.
Con la SCJN, la nueva Ley de Amparo y la FGR, la autocracia se consolida para evitar perder el poder, ya que a los adversarios políticos serán tratados como delincuentes, (remember el Cártel Inmobiliario) al judicializar sus casos como ya sucedido contra periodistas, medios de comunicación, dueños de ellos y por supuesto, integrantes del PAN, PRI y MC).
La dupla judicial se ha cerrado en favor del autoritarismo, primero con una Suprema Corte plegada totalmente a los designios de la presidenta y ahora se cierra la pinza con Ernestina Godoy al frente de la Fiscalía General de la República.
Tener bajo la égida presidencial a la FGR es vital para judicializar los casos de interés político para el obradorato, ya que con Gertz Manero ello era imposible, sobre todo cuando el propio funcionario tenía una agenda propia cargada de filias y fobias personales que pretendió solventar a su conveniencia.
Ahora que están cantando los Chapitos ante las Cortes de Estados Unidos, seguramente se profundizan los expedientes de servidores públicos mexicanos que estuvieron coludidos con el Chapo Guzmán y su familia y ello, mantiene la espada de Damocles sobre la 4T, no obstante, de gozar de impunidad judicial en México.
Si alguien supone que con la FGR y la SCJN será imposible llevar a tribunales, por ejemplo, a AMLO o algún familiar suyo, pues está totalmente equivocado ya que el gobierno de Donald Trump tiene perfectamente identificado a los personajes que hicieron posible el incremento exponencial del trasiego de drogas sintéticas, en especial el fentanilo, hacia Estados Unidos y ello pasa, por el gobierno de López Obrador.
A unas horas de que la presidenta Sheinbaum elija a Ernestina Godoy y con ello iniciar la persecución judicial contra los adversarios políticos, los panistas, priistas y emecistas, están dormidos en sus laureles, esperando que por un milagro no sean implicados en serios delitos, como lavado de dinero, delincuencia organizada y desvió de recursos públicos, entre otros.
Tanto Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI, como Jorge Romero, líder del PAN, están entre los primeros nombres que tiene Ernestina Godoy para ponerlos en la barandilla de los acusados.
De igual manera, se alista todo el operativo para cercar a Ricardo Salinas Pliego a quien, con el pretexto del impago de sus impuestos, serán embargadas varias de sus empresas y enfrentará un juicio desigual sin ninguna posibilidad de que alguna instancia judicial del país lo pueda amparar.
Desde luego, el empresario se ampara en que se trata de una persecución política y de una cacería de brujas por ser incómodo al régimen y elle le abrirá las puertas de las democracias del mundo.
La 4T está de plácemes por la victoria pírrica de cooptar a la FGR, aunque no repara que esos manazos del autoritarismo provocan el alejamiento de inversiones privadas y recelo en la renegociación del T-MEC.
