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Huracán ‘Norma’ se fortalece y evoluciona a categoría 4

19 Oct 2023
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Huracán ‘Norma’ se fortalece y evoluciona a categoría 4 Imagen tomada de: https://twitter.com/conagua_clima
  • El huracán ‘Norma’ ocasionará lluvias, deslaves, oleaje e inundaciones en Jalisco, Colima, Sinaloa, Nayarit y Baja California Sur

 

El huracán Norma continúa fortaleciéndose y ya evolucionó a categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, informó la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

 

De acuerdo con el reporte de la SMN, el huracán se localiza a 355 kilómetros al suroeste de Jalisco y a 655 kilómetros de Cabo San Lucas, Baja California Sur.

 

Norma tiene vientos máximos sostenidos de 215 kilómetros por hora, rachas de 260 kilómetros por hora y desplazamiento hacia el norte a 11 kilómetros por hora.

 

Las bandas nubosas de Norma ocasionarán lluvias puntuales intensas en Jalisco y Colima, así como lluvias muy fuertes en Nayarit, Michoacán y Guerrero; mismas que podrían incrementar los niveles de ríos y arroyos, y provocar deslaves e inundaciones en dichas entidades.

 

Trayectoria de huracán Norma

El Servicio Meteorológico Nacional informó que Norma se mantendrá como huracán categoría 4 todo el jueves.

 

La mañana del viernes 20 de octubre, Norma podría degradarse a huracán categoría 3 y se ubicará a 300 km al oeste-suroeste de Cabo Corrientes, Jalisco, y a 400 km al suroeste de San Blas, Nayarit.

 

Más tarde, aproximadamente a las 18 horas, Norma pasaría a huracán categoría 2 a 285 km al sur-sureste de Cabo San Lucas, BCS.

 

El sábado 21, Norma se acercará a 125 km al sureste de Cabo San Lucas, BCS como huracán categoría 1.

 

La noche del sábado, Norma podría tocar tierra en Cabo San Lucas como categoría 1.

 

Después de pasar por Cabo San Lucas, Norma se degradará a tormenta tropical y se encaminará a las costas de Sinaloa.

 

Con información de: El Financiero

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El apunte del director

  • Enero 2025

    PLAN MÉXICO, CARTA DE NAVEGACIÓN A UNA NUEVA ERA

    El Plan México tiene el sello distintivo de alguien que tiene una visión sustentable, humanista e inclusiva en las tareas de gobernar para romper el estancamiento económico que prevalece en el país.
    Marcelo Ebrard citó durante la presentación del Plan, algunos puntos que esclarecen la visión de la presidenta Claudia Sheinbaum en la conformación de esta hoja de ruta económica para los próximos seis años
    El titular de la Secretaria de Economía lanzó varios cuestionamientos en el acto respectivo; ¿Qué queremos hacer para llegar a buen puerto? ¿Quién lo va a hacer? ¿Cómo lo vamos a hacer? ¿Y cuáles son las metas específicas en tiempo que debemos cumplir? “De los 42 años que llevo yo en el servicio público, es el único instrumento que he visto así tan pronto, casi dictado por la Presidenta. Se recuerda todas las cifras, nos ha corregido la mayor parte de las metas, nos ha preguntado detalles que a veces ni siquiera nosotros hemos visto. Entonces ha sido una muy grata experiencia participar con ella en la elaboración de este documento”. 
    La mano del sector privado nacional y los secretarios de desarrollo económico de las 32 entidades federativas, también participaron activamente en la conformación del documento final.
    El Plan México no es una reacción reactiva para contener las amenazas vertidas por Donald Trump, sino una propuesta proactiva para incentivar la planta productiva nacional, generar empleos y captar grandes inversiones, entre otras metas.
    Las comparaciones son odiosas y más cuando se trata de dos proyectos de gobierno muy similares. Mientras con el Plan México se busca reducir la pobreza y desigualdad, impulsar el crecimiento económico y fortalecer el bienestar de todos los mexicanos, todo ello en base un programa económico muy ambicioso que tiene como piedra angular la participación de la iniciativa privada; con AMLO se privilegió una visión estatista y retrograda
    Las metas del Plan México son muy ambiciosas y no menos realistas, aunque, con que se concreten algunas de ellas, nos damos por bien servidos, luego del desastre heredado.
    Marcelo Ebrard, Altagracia García y otros funcionarios, mostraron ingenio y creatividad en la conformación del Plan México, que, aunado a la voluntad política de la presidenta por sacar al buey de la barranca, han construido una alternativa muy diferente a la trazada por su antecesor.
    Eso de entrar al grupo de las 10 economías más grandes del mundo, suena precioso, pero para lograrlo se requieren cuatro condiciones básicas como son: fortalecer el Estado de Derecho, asegurar la demanda energética que requiere la planta productiva; seguridad pública y por supuesto contar con la mano de obra calificada.
    Mientras no se trabaje en estos cuatro ejes, será imposible concretar las metas que establece el documento. 
    Otros elementos torales del Plan México son alcanzar 100 mil millones de dólares en inversión extranjera directa, por año; la creación de 1.5 millones de empleos adicionales en los sectores de manufactura especializada y en sectores estratégicos; garantizar que el 50 por ciento de la proveeduría y el consumo nacional sean hechos en México en los sectores textil, calzado, inmobiliario y juguetes.
    Agregar el 15% de contenido nacional en las cadenas globales de valor; establecer que 50% de compras públicas sean de productos nacionales; la producción y envasado de vacunas en México.
    Reducir la tramitología; acceso a planes de financiamiento, al menos 30 por ciento de pequeñas y medianas empresas; la formación de 150 mil profesionistas; impulsar la ciencia y la tecnología y aprovechar las energías limpias y acciones de impacto comunitario.
    Esta relación de metas pasa más por la óptica “neoliberal” y no por la visión de un gobierno populista de izquierda.
    En cualquiera de los casos, el Plan México establece una ruta perfectamente delineada para retomar el crecimiento y la inclusión social.
    Veremos en los próximo años que tanto se alcanzaron las metas referidas y que es lo que se quedó en el tintero de la demagogia.
    La precariedad de las finanzas públicas tiene muy restringido al nuevo gobierno en cuanto al establecimiento de nuevos programas que impulsen el crecimiento económico y social y que requieren recursos etiquetados que no vemos en el Presupuesto 2025.
    Este año servirá para reducir el déficit y establecer un gobierno que funcione más como un facilitador que como un empresario, tal como se ha hecho con la creación de empresas públicas como Mexicana de Aviación, que es el prototipo del fracaso del gobierno en tareas empresariales.